Leyendo un poco de historia… La subasta de arte es, probablemente, la forma más antigua de comercio del arte, y existe desde tiempos de los romanos. La palabra “subasta”, latina, literalmente significa “bajo lanza”, la Wikipedia lo explica así: “La palabra subasta tiene raíces históricas lejanas y viene originalmente del latín sub hasta, bajo lanza, debido a que el reparto de tierras conquistadas entre los soldados participantes se señalaba hincando una lanza en la parcela ocupada en suerte. Asimismo, la venta del botín de la guerra se anunciaba con una lanza y la venta se realizaba ante la misma.” En pleno siglo XXI, cada día las casas de subastas ponen “la lanza” más alta y obligan a aquellos que quieran dedicarse a esta actividad, a realizar eventos mejor organizados y con los criterios de calidad que respondan a los más altos estándares internacionales, para que los resultados formen parte de ese ecosistema de información transparente y pública sobre el estado del Mercado de Arte.

Hace unos días me hacía eco de la reciente subasta exclusiva de arte cubano, llevada a fin por la casa subastadora Bonhams. En este evento, que sesionó de forma online desde el 31 de enero hasta el pasado 10 de febrero, fueron puestos a consideración 67 lotes de 50 artistas cubanos, que recorrían desde la pintura de la colonia en la figura de Víctor Patricio Landaluze (1828-1889), la época de la Seudo-República con obras de Leopoldo Romañach (1869-1951) y Jaime Valls (1883-1955), pasando por las vanguardias artísticas del siglo XX hasta llegar a artistas tan contemporáneos como son Los Carpinteros, The Merger, Lázaro Saavedra, Kcho, o Luis Gómez por mencionar algunos exponentes presentes. Las piezas presentadas van desde las bidimensionales hasta esculturas como las de Mariano Rodríguez (1912-1990) y Abel Barroso (1971). En sentido general creo que este hecho de mercado, sirve para darnos una rápida panorámica del interés que existe por el arte cubano internacionalmente, sirva señalar que la cifra total por las ventas de estas obras sobrepasó los 250 mil dólares americanos ($259,598.50).

Durante los 10 días que duró la subasta online (modalidad no presencial donde a través de las ventajas de las nuevas tecnologías, el interesado puede pujar desde la web y obtener información a tiempo real de los resultados, hasta la adjudicación o no de la pieza), los interesados en el arte cubano pujaron hasta el punto de venta por 49 de los 67 lotes (para un 73% de lotes vendidos). Los mejores precios alcanzados en la puja fueron los lotes 5, 13 y 14 correspondientes a Antonio Gattorno (1904-1980), Cundo Bermúdez (1914-2008) y al Maestro y Premio Nacional de Artes Plásticas Manuel Mendive (1944) respectivamente, cuyas piezas por individual, alcanzaron la cifra de 25,500.00 USD.

Significo en el caso de la obra del Maestro Mendive, que ambos lotes presentados (14 y 27) superaron por mucho los precios estimados de venta, lo que, en comparación con el año anterior, se aprecia una recuperación en el mercado, teniendo en cuenta las bajas cotizaciones que en subastas previas registró. Sin dudas la obra de Mendive, está destinada a ubicarse en próximos años al nivel de mercado de los mejores artistas cubanos, pues su valía artística, su mirada a las raíces africanas y a la descolonización del pensamiento desde el arte, le deparan un lugar cimero.

Una vez más el ya disuelto grupo “Los Carpinteros”, es reconocido como uno de los proyectos artísticos con mayor éxito en el mercado. La pieza “Mueble gordo” de 2003 (Lote 28) vendida en esta subasta por el precio de 12,750 .00 USD, responde a esa estética del conjunto (Dagoberto Rodríguez (Caibarién, 1969) y Marco Antonio Castillo (Camagüey, 1971), Alexandre Arrechea (Trinidad, 1970), definida como: “Su obra cuestiona, a través de acuarelas, esculturas, videos e instalaciones, la funcionalidad de los objetos y su posible relación con diferentes ideologías y posturas políticas. Así, mediante piezas de impecable manufactura generan múltiples lecturas e interrogativas que dejan entrever el contexto sociopolítico y cultural donde crecieron los artistas, marcado por la revolución cubana y la recesión, y que, a la vez, invita al espectador a reflexionar sobre sus propias convicciones ideológicas” (Pérez Diez, G. 2018). No obstante, siempre hay que tener dos bolsas, una de ganar y otra de perder, la pieza “La piel II” de 2016 quedó sin ser adquirida.

Otros de los colectivos artísticos presentes en la subasta es el grupo The Merger. Sus fundadores y actuales miembros Mario Miguel González (Mayito) y Alain Pino, junto Niels Moleiro, fotógrafo y pintor autodidacta, se unieron para formar esta interesante “fusión”. Su obra es resumida de la siguiente manera: “La pulcritud, la policromía, la perfección del acabado, las bellezas de lo industrial perviven en sus obras concebidas para que el ser humano se sienta amenazado, empequeñecido ante objetos de uso cotidiano que son fusionados con otros. Esta simbiosis ha dado como frutos obras que nos recuerdan al Pop de Claes Oldenburg, pero que, a la luz de la postmodernidad, van más allá de una búsqueda banal de conceptos superfluos.” Con una amplia experiencia en subastas y el mercado de ferias y galerías internacionales, la venta en 4,462.00 USD de la obra “Ecléctica”, 2009 (Lote 36), en particular, me permite reafirmar que los precios del trabajo de estos artistas están validados por el mercado a falta de un sistema propio (en Cuba) para la tasación y valoración de las obras de arte. Es por eso, que, en el recién remodelado espacio en la Habana Vieja, hay una correspondencia entre los precios públicos de las piezas y lo que dicta el mercado.

Otro caso interesante a estudiar es la no venta de la obra “S/T” de 1974 (Lote 50), del Maestro Tomás Sánchez. Para algunos será una sorpresa conocer que no se vendió una de las piezas de este artista, bendecido por el mercado a partir de la magia de sus obras, que son en una palabra impresionantes. Pero, el mercado también dicta, y es que esta pieza no responde a los cánones del paisajismo agradecido por el público, sino a una de esas multitudes de imágenes grotescas, donde la influencia de Antonia Eiriz es evidente. En las propias palabras de Tomás sobre la época de esta pieza: “Bajo la influencia de Eiriz y de Servando Cabrera Moreno, que en esos años también hacia una pintura expresionista, muy visceral, luego en los 70 se volvió algo lamida, dulce, se podría decir, es cuando comienza mi interés por el expresionismo. Descubro la pintura de Francis Bacon, a El Bosco, a Goya. Empecé hacer esa pintura que considero muy emocional.”

Una vez más la figura de Belkis Ayón vuelve a posicionarse en el interés del coleccionismo de arte cubano. En esta ocasión las dos piezas “S/T” 1993 y “S/T” 1994, sobrepasaron las expectativas de los especialistas de la casa de subastas que ubicaron los precios estimados entre 2000 y 3500 USD, llegando a cerrar la subasta en 3187 USD y 6120 USD respectivamente. Un merecido reconocimiento a la obra de una artista, que adelantada a su tiempo es ahora estudiada por muchos, y las puertas de los mejores centros de arte en el mundo se le abren. Un ejemplo es la pasada exposición Colografías. Belkis Ayón en el Museo Reina Sofía. Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía, a la prensa internacional sobre la muestra expresó que “esta artista atea y feminista encontró en la hermética sociedad Abakuá una fuente de inspiración para crear un lenguaje singular con el que expresar cuestiones éticas, preocupaciones estéticas e ideologías universales.”

“El cuerpo —con frecuencia el del propio artista— es un cuerpo que interpela en lugar de ser interpelado. Una interpelación que, además, no ocurre a través de la palabra o la mirada. No hay un discurso ni un mensaje explícito ni implícito en sus obras. Los cuerpos representados carecen muchas veces de rostro —no podemos prendernos de su mirada o algún gesto para extraerles una expresión y tejer algún sentido. De aparecer el rostro, lleva con frecuencia los ojos cerrados o escondidos, ofreciendo un semblante impasible, inescrutable.”, así vienen a describir algunos la obra de René Peña, Pupy. Y es que cada vez más se reafirma ese reconocimiento a la obra fotográfica de este artista, al punto marcar cifra records de venta de su obra en esta subasta, solo superada por una pieza en (Subasta Habana en 2014), al cotizar con la obra “Cigarette, from White Things series (2001) (Lote 44) un valor de 3187,00 USD. Esto además contribuye a demostrar que la fotografía cubana como manifestación, si es de interés del mercado, pues junto a la obra fotográfica de Pupy, la pieza del Premio Nacional de Artes Plásticas Ernesto Fernández Nogueras (1939) “Che/Anselmo//Marti (1957-1962)” (Lote 58), igualmente superó los precios estimados de venta (1000 – 1500), y se posicionó con el precio final de 2040.00 USD

Como elementos negativos, en mi opinión, es la venta de 19 lotes por debajo el precio estimado. En este caso encuentro nombres, que con anterioridad han tenido mejores resultados como Carlos Quintana (1966), Esterio Segura (1970), Sandú Darie (1908-1991), Lázaro Saavedra (1964), Ibrahim Miranda (1969), Luis Gómez (1968), entre otros. Nuevamente la obra de Kcho, vuelve a rematar con precios por muy debajo de los estimados en este caso en los dos lotes presentados (19 y 47), algo que viene convirtiéndose en una constante en los últimos eventos donde su obra ha salido al mercado. Resulta significativo además que ninguno de los lotes de Mariano Rodríguez (1912-1990) logró ser vendido, a pesar de ser piezas de la mejor época del artista. Esto puede estar dado en los precios de reserva y de salida que tenían cada una de las piezas, algo que es positivo, pues preservan el nivel de las piezas e impiden una venta por debajo del precio de obras muy interesantes.

Sin dudas esta experiencia debe servir de guía para aquellos que se aventuran a la gestión dentro del mercado de arte. La organización y selección de piezas para esta subasta evidencia un estudio serio del coleccionismo internacional de arte cubano, y por ende una estrategia adecuada que posibilitó alcanzar resultados, en mi opinión muy positivos para el momento de crisis económica que existe y afecta al mercado de arte.

#hablandodemercadodearte