Exposición Love Journey
Colectiva
14.02.2023
Máxima Galería
Por estos días, la tradicional «pecera» que es la esquina que ocupa Máxima, en las noches cambia su apariencia. Las piezas que desde la calle se aprecian, van cambiando su apariencia a medida que baja la luz del sol, llegando a tener mayor esplendor bajo focos de luces negras, o iluminación led periférica. Las obras que conforman esta exposición, están más allá de conceptos o líneas curatoriales. Viene a ser Love…, un pretexto de encuentros entre amigos o lugar de paso para las parejas que celebran en este día.


Justo al ser la primera exposición del año de este espacio, su equipo aprovecha el momento para celebrar su nómina, y porque no, adelantar próximos proyectos y direcciones de trabajo. Es por eso que encontramos piezas de Alejandraa Glez y Mabel Poblet, artistas que hasta la fecha no habían sido formalmente presentadas dentro del grupo de artistas que usualmente tienen obras en el espacio. Impresionantes las cajas de luz de Poblet, que no por ser lejanas en el tiempo (2015) han perdido el esplendor que caracterizan las obras instalativas de la artista. El díptico Ciudades, es muestra del nivel de detalle y producción que siempre acompaña a esta artista, donde la iluminación siempre juega un papel fundamental. Junto a ellas, la obra Mar de Fondo, Ausencias de Alejandra, donde ese juego de lo femenino y el mar, constante en la narrativa artística de esta artista, vuelve a florecer, ahora como fotografía digital intervenida en una caja de luz.



Obras de Douglas Pérez, Aluan Argüelles, Camejo, Daniela Águila, Andrey Quintana y Juan Suárez Blanco ocupan la segunda sala de la exposición. Artistas que han estado acompañados por la labor de promoción y gestión de este espacio, que sin dudas agradecen el vínculo —tantas veces alabado— y la complicidad que se forma entre galerista y artista. Esa amistad es parte de lo que se celebra hoy, aprovechando la fecha, algo que en ocasiones se olvida en los espacios destinados a la gestión comercial y promoción de las artes visuales, donde debería primar la máxima de que toda relación de trabajo se basa primero en las relaciones interpersonales.






La noche favorece a Alberto Lago, su pieza de 2017, de donde toma su nombre esta muestra, bajo la luz negra sus colores iridiscentes o fluorescentes saltan. Una obra que pareciera sin profundidad a la luz diurna, ahora se convierte en un mundo de colores, formas, y figuras. Lastimosamente, bajo este influjo de luces y colores, palidece a la sombra la pequeña pieza de Niels Reyes, que queda olvidada en el conjunto, tal vez por su posición en la museografía.

Un detalle importante hay en esta selección de obras, y es que cada artista aporta su visión sobre el amor, y esto acompaña cada obra. Sin dudas un ejercicio de relajación es visitar una exposición que solo lleva al goce de la vista y los sentidos.