Exposición Un lugar para llamarlo mío
Antonio Gómez Margolles
20.01.2023
Centro de Desarrollo de las Artes Visuales
Y Gardel después dice que veinte años no son nada, que se lo digan a Margolles, que pretexta revisitar los últimos 25 años de carrera artística, para conformar esta muestra de su obra. Quien conoce la obra de este artista, tiene serios problemas para encasillarlo en alguna manifestación, por la versatilidad de su producción simbólica. Algo que creo pudo haberse explorado mucho más en la selección de las piezas para esta ocasión. Aunque la muestra prepondera la pintura con piezas de las series Mapas del cuerpo (1997-1999), Rojo (2000-2004) y Non sequitur (2020-2022), hay presencia de la instalación y el video formando parte de los new media art. Margolles además, a lo largo de estos años ha desarrollado la fotografía y el dibujo como formas de expresión en correspondencia al lenguaje en que ha trasmitido sus ideas sobre el arte como reflejo de su cosmovisión del mundo contemporáneo.
A propósito de su exposición personal Dialelos, (Galería Villa Manuela, 2016), este artista nos revelaba la esencia de su discurso artístico: ese proceso en la producción de las artes visuales contemporáneas, que conforma el andamiaje mental o investigación que da paso a uno u otro resultado. Resultado que responde al lenguaje artístico que en ese momento le interese trabajar, sin otras fronteras o límites que los que la propia práctica y experimentación lo ponen. Es por ellos entonces que la obra de Margolles está cargada siempre de las inquietudes sociales, políticas e individuales que en su práctica pedagógica ha sabido trasmitir a sus estudiantes.
Cierto es que en este recorrido se echa de menos la obra fotográfica de Margolles excepto una de las pertenecientes a la serie Los lapsos de Faraday de 2017, cuando la propia exposición toma el nombre de esa impresionante instalación en la sala oscura de Villa Manuela. Piezas que le han marcado y ganado el reconocimiento de los artistas del lente. Fundador en 2006 del departamento de nuevos medios del ISA, en esta exposición se disfruta de la obra “Evolución”, antes expuesta en la muestra “Las otras narraciones”, así como la instalación “La mejora de la mente” de 2015. Otras series, como “Paisajes digitales” de 1999, responden a esas inquietudes sobre su interés por el sistema de representación de textos del lenguaje de programación, lástima no tener representación en esta ocasión.
Es significativa la presencia de la pieza Miopia de 2011, video instalación interactiva estudiada por muchos, como es el resto de las piezas y obra en general de este artista. Pieza esta, que a la distancia de los años dialoga con las piezas de la serie Non sequitur, donde hay al decir de la crítica de arte Elvia Rosa Castro “la experimentación, la búsqueda, la referencia al lenguaje y los textos (…). Detrás de cada obra hay un razonamiento, una duda, una interrogante, una proposición, un mensaje…”
Poder tener en un solo lugar varias de las series de Margolles, a pesar de los criterios de selección curatoriales, es un privilegio. Hay una obra pedagógica, artística y reconocida por la crítica especializada, las galerías y coleccionistas principales del arte cubano, que respaldan por sobre todas las cosas el valor simbólico de estos ya más de 25 años de creación, que nos propone. El propio Margolles alguna vez nos regaló lo que considero una declaración de principios artísticos y personales:
«Para mí, el lenguaje es la herramienta tecnológica más sofisticada, pero paradójicamente muchas veces no nos es suficiente para explicar racionalmente, con sus códigos verbales y luego escritos, sensaciones, emociones o sentimientos como el amor. No soy el único ni el primero que se cuestiona esto, quizá esta sea la sensación más profunda y el mensaje fundamental que se percibe…” (en su obra) N/A.