Exposición “Vida”

May Reguera

03.11.2022

Centro de Desarrollo de las Artes Visuales

Viene a ser “Vida”, el colofón de ese ensayo fotográfico que, de La Tribu, ha realizado May Reguera. Quien siga las cuentas en redes sociales de esta artista del lente, sabrá que, desde los primeros momentos del embarazo, comenzó un proceso de registro fotográfico e interacción con otras madres futuras. El intercambio de experiencias, emociones, miedos, inquietudes, mitos, y cuantos aspectos nuevos para una primeriza fue el lazo que las unió. Ella misma declaró en muchos de sus post el impacto en la psique de una mujer, el proceso de embarazo y posteriormente la lactancia materna, y a ella respondieron gracias a la magia de las plataformas digitales muchas mujeres en igual situación. Hoy, antes de la exposición, volvía a releer los textos sobre las experiencias de ellas. Sin dudas la complicidad de una tribu urbana, fue el soporte idóneo (red de seguridad) para que hoy, esas madres sonrían al ver sus rostros en las paredes de la galería, recordando las experiencias tristes, alegres, cómicas o trágicas que les acompañaron.

En la exposición “Vida”, es la sonrisa lo que prima. La felicidad de las madres que muestran con orgullo esa medalla que cuelga de sus pechos hinchados, desechos, lastimados; son esos bebes que lactan sin el menor reparo, a libre demanda, el mayor honor al sacrificio de las madres. Escribía antes sobre las experiencias de La Tribu, y salta a mi vista la contraposición de esas sonrisas de madres felices, con las experiencias de dolor físico o emocional, la sensación de invisibilidad y falta de control, de estar atrapada, que muchas describieron durante sus respectivos procesos de embarazo, parto y etapa posterior. Señala la ciencia moderna que, sentimientos de angustia postparto, el shock, la culpa y el resentimiento, vienen de la mano de concepciones patriarcales e idealismos que la sociedad impone a la mujer aún hoy. Eso se vive en cada post, comentario, imagen que, a lo largo de estos meses, hemos visto en los perfiles de Reguera. Sin dudas creo, que May debería conformar concienzudamente este ensayo fotográfico en un libro, cargado de esas emociones y sentimientos que solo las mujeres que lo han vivido saben comprender.

Recorro la muestra, me gusta el proceso de montaje, limpio. Cada imagen sin límites de marcos, combinando en series las imágenes de las chicas de La Tribu. Combinaciones además con las poses, naturales, libres y espontáneas, de madres y lactantes. Cada escena fijada por el lente, responde a la perspectiva feminista que acompaña la obra de May, sus cuestionamientos sobre las construcciones sociales, mitos e imposiciones culturales sobre la maternidad y la lactancia. Quien mira las imágenes de la decena de mujeres, logra tener desde la visión artística de esta fotógrafa el significado del concepto de madre.  Los indicios de esta visión, los tengo desde la exposición “Desde otra óptica” donde inspirada en la obra “Virgen de la Caridad” de Roberto Diago Querol (mujer cargando a su bebe con el pecho al aire en señal de disposición a amamantar) señalé: “Hoy, May desde el autorretrato, nos humaniza a la diosa maternal y nos la acerca. Logra entonces apropiarse esta fotógrafa contemporánea, del espíritu de la pieza”.

Este proyecto tiene, además, una fuerza visual dentro de las artes visuales. La representación de la maternidad en las artes ha estado marcada por la mirada masculina, como algo ideal y casi sobre humano. Un rápido recorrido desde la antigua Grecia en las esculturas y cerámicas, la escultura del Egipto faraónico, los dibujos japoneses del siglo XVIII, los óleos de las vírgenes amamantando de Alonso Cano, Charles Beaubrun, los lienzos impresionistas de Reonir y Cassatt, la época azul de Picaso, las maternidades de Gauguin, Lam y muchos más, nos reafirman ese criterio. Los propios mass media nos presentan escenas idílicas de la maternidad y la lactancia como modelo alimenticio restrictivo, representados estereotipos de mujeres, que a su vez invisibilizan las vivencias de mujeres reales que, como hemos leído, también viven experiencias traumáticas.

En La Tribu, hay todo tipo de mujeres, blancas, mulatas, chinas, mestizas, ¡cubanas! May, una de ellas, las invita a sentarse alrededor de ese hilo invisible que es el hecho de lactar. Cada fotografía es un regalo de vida para nosotros. Una vez más convido a la artista a realizar ese libro. Mostrar desde la gestación de la idea, la experimentación, el proceso de la toma fotográfica, las sesiones de trabajo y este resultado expositivo. Todo ello acompañado con esos testimonios únicos sobre la maternidad y los conceptos sobre lo que se ve y lo que no, las sensaciones de cada una de ellas.