Exposición Silencios rotos
Christian Santy
20.10.2022
Centro de Desarrollo de las Artes Visuales
Las redes sociales han venido a acercarnos más al interior de los estudios de los artistas, pues ellos mismos abren las puertas virtuales y nos dejan conocer sus procesos. La obra de este artista la he seguido más por esa vía que las tradicionales exposiciones. En Con mucho filin, en 2021, el público tuvo un vistazo de su obra en las salas del Lam, y ahora, en una exposición personal, el CDAV nos permite una nueva mirada a su amplía producción. Ubicado entre las tendencias informalistas que ahora se afianzan entre jóvenes exponentes del arte contemporáneo en la isla, este artista apuesta por la corriente matérica. Hay en él, un interés de intensificar sus pinturas a través de la sustitución de los medios tradiciones con materiales poco usuales, para así lograr un efecto de elevados valores estéticos y nuevos sentidos, por así decirlo.
Silencios rotos, gira alrededor de la utilización de esos recursos, los contrastes de formas y figuras dentro una abstracción más generalizada en las piezas de grandes formatos. Sin dudas, hay una búsqueda del rompimiento de lo académico en la relación figuras-fondos. Me interesó ver la combinación de los elementos plásticos escogidos con otros como la madera (tacos), canalizando a través de esa simbiosis las emociones, reflexiones y sueños como artista.
Los paisajes y escenas de Santy, no son para nada convencionales, pues devienen pictóricamente en abstracciones, obviando los detalles para concentrarse en la esencia. Revelada esta última en epidermis terrosa que se aprecia a vista en la superficie de las piezas y la presencia humana y su paso. En otras de las piezas escogidas para la muestra, hay sugerencias figurativas para darle continuidad a los argumentos que rigen esta exposición, la visión del hombre hacia aquello que le rodea. Algo que subyace entre los lienzos, en la conceptualización de los espacios, en la representación de lo humano y lo espiritual.
Sorprende la atemporalidad de las piezas. Al artista no le interesa ubicarnos ni en el futuro, ni el pasado, solo en el instante donde suceden estos “sueños rotos”. Aprovecha esa posibilidad y despliega la fuerza dramática que provee los elementos plásticos y estéticos señalados con anterioridad. Los pone al servicio del espectador que intenta descifrar algunas abstracciones, bien complejas en su discurso. Abstracciones estas que contraponen partes lisas con la materia de pigmentos, reorganizando la composición cromática, creando diálogos a partir de la imprimación de los colores con los soportes escogidos.
Las piezas de Santy han logrado tener varios niveles, gracias a las capas de materia. Las más elevadas son densas, con un lenguaje de marcas, rayas, intenciones del artista, en fin. No hay despliegue de colores, pero sí, un estudio de los efectos de los claroscuros que propicia la materia sobre los tradicionales. Hay una dinámica interior y armónica entre las piezas que genera paz en la sala.