Exposición Post-It 6

Colectiva

2019

Galería Galiano – Galería Collage Habana

En vísperas de la inauguración de la séptima edición de Post-It (#Postit7), esta vez con un marcado carácter digital por la imposibilidad de la presencia física en las galerías, dada la persistente epidemia en nuestro país, creo merece la pena mirar atrás y ver cuanto ha evolucionado este evento desde su última edición en 2019. Acercamiento necesario cuando unos pocos criterios, leídos en determinados post y perfiles personales, buscan señalar esas “manchas” que toda obra humana – imperfecta per se – tiene. Solo aquellos que hemos vivido el proceso de preparar un evento, en este caso Post-it, saben lo complejo que resulta satisfacer las expectativas de los seguidores y amantes de las artes visuales, en específico del arte joven y emergente que se viene haciendo en Cuba. Una aclaración válida: no hay mayores críticos de este proyecto institucional que sus propios organizadores, buscando elevar cada año los estándares de presencia visual, física y online de esta cita artística. Testigo he sido de las interminables horas de trabajo de las especialistas de las galerías involucradas, en especial Sandra García Herrera, desde su posición en la Galería Galiano. Ella, junto a un equipo multidisciplinario que va desde Carlos Montane montador, pasando por la gestión logística de Amauri, la capacidad de respuesta a las necesidades de promoción y comunicación del colectivo de diseñadores y especialistas de la Dirección del Fondo encargados de la anónima tarea, hasta todo aquel personal del FCBC que siente la necesidad que uno de los eventos de mayor importancia en el contexto de las artes visuales hoy en Cuba, luzca sus mayores galas.


#Postit6 dejó lecciones interesantes, desde el punto de vista organizativo, y de concepción de este evento. Desde la selección, la curaduría, la exposición y la premiación de las obras, primo los criterios objetivos (en el acta del jurado se plasmó: “se detecta un deterioro en el devenir del evento, relacionado en primera instancia con la calidad de los proyectos aspirantes a concursar, que no fue óptima en sentido general. Se aprecia falta de hondura investigativa, así reiteraciones conceptuales y carencias de iniciativas estéticas”) de artistas de la talla de Esterio Segura Mora, Rocío García, críticos, curadores e historiadores de arte como Virginia Alberdi y Darys Vázquez, quienes indudablemente valoraron que en las obras escogidas y premiadas, estuvieran presentes esos elementos que definen al arte contemporáneo hoy en Cuba. Un arte que refleja aquello que está sucediendo, con la frescura y calidad necesarias para merecer su selección y premiación.

Sirva recordar el primer premio otorgado a Liesther Amador por su obra “Tiempo Muerto”, serie de fotografías que al decir de F. Berroa “sus capturas no recogen cualquier escenario social o de la naturaleza. Él compone. Sus capturas son especies de “performances”, pero exclusivo para sus tomas fotográficas”. El resto de los premios (Gabriel Raúl Cisneros Báez, Talia Falcón /Beatriz González y Yoxi Velázquez Ricardo, segundo, tercer y premio colateral de la AHS, respectivamente) son de igual forma una medida del nivel del quehacer del arte joven presente.

La vara quedó alta para este evento, más cuando se instó a los artistas y los organizadores a: aprovechar las oportunidades que este da a los jóvenes creadores, para favorecer la producción y promoción de su obra.

En respuesta a ese justo reclamo, este año el esfuerzo se duplicó, más cuando para lograr que el slogan #sitendremospostit se cumpliera, se fortaleció la generación de alianzas con otros actores en la gestión y promoción de las artes visuales hoy en Cuba. Las manos amigas de plataformas o proyectos como @behartnet Behart o @artemorfosis ArteMorfosis – Cuban Art Platform contribuyeron a repensar los esquemas ya acostumbrados de este evento. En mi opinión, uno de los logros de este aún no inaugurado evento, es la vinculación entre estos nuevos actores dentro de la producción de las artes contemporáneas y la institución para nuevas formas de visualización de las exhibiciones.

Artistas en concurso

Luis Miguel Rivero (Cienfuegos, 1990)

Adriana Pérez Mugia (Pinar del Río, 1985)

Rafael Ricabal Cañedo (Cienfuegos, 1988)

Daniel R. Díaz Madruga (Camagüey, 1992)

Yoxi Velázquez Ricardo (Holguín, 1988)

Gabriel R. Cisneros Báez (Las Tunas, 1990)

Jorge L. Rodríguez Marrero (Holguín, 1991)

Frank González Martínez (Las Tunas, 1989)

Jorge Juvenal Baró Hernández (La Habana, 1996),

Talía Falcón Nizarane (La Habana, 1997)

Beatriz Fernández Piedra (La Habana, 1996)

Alex Freyre Cuza (La Habana, 1992)

Alejandro Hernández Izquierdo (La Habana, 1997),

Liesther Amador (Ciego de Ávila, 1983)

Alfredo Coello (Media Luna, 1992)

Yangtsé Clemente García (La Habana, 1983)

Ailen Maleta San Juan (La Habana, 1984)

Aldo Soler Pérez (La Habana, 2000)

Alejandra Oliva Oliveros (La Habana, 1989)

Manuel Daniel Lugo Rodríguez (La Habana, 1989),

Pedro Luis Cuéllar Zaldívar (Cárdenas, 1994),

Evelyn Aguilar Sánchez (San Antonio de los Baños, 1991),

Leonardo Luis Roque (Cienfuegos, 1986)

Annaliet Concepción (Camagüey, 1992).