Exposición «Chronicas»
Julio César García
16.09.2022
Galería 23 y 12
“La fotografía es una voz pequeña, en el mejor de los casos, pero a veces, solo a veces, una fotografía o un grupo de ellos pueden atraer nuestros sentidos a la conciencia. Mucho depende del espectador; en algunos, las fotografías pueden convocar suficiente emoción para ser un catalizador del pensamiento”. No es casualidad que esta frase de Eugene Smith esté presente en la sala de la galería. Pionero del ensayo fotográfico dentro del ámbito de la fotografía, es sin dudas inspiración para las Chronicas que Julio César García ha ido desarrollando en los últimos tiempos.
Un trabajo fotográfico que le ha llevado desde la observación participante (activa o no), a lo largo de determinados períodos de tiempo a lograr estas imágenes por momentos impactantes. Esa doble condición que asume como sujeto de la escena y fotógrafo, ha sido manejada con una creatividad singular. Hay en el momento de la obturación de la cámara no la espontaneidad que a veces suponemos logra escenas únicas, sino la conciencia de la función que asume como testigo visual de las emociones y vivencias que al final recoge en unas fotos.
Chronicas, es una narración visual de las realidades de Matanzas, tierra del artista. Un recorrido por ciudades como Santiago de Cuba o los pueblos detenidos u olvidados en el tiempo de Pedro Betancourt o Unión de Reyes, hospitales de campaña en plena pandemia Covid, el siniestro del pasado mes de agosto en la base de supertanqueros de la bahía, el interior del hogar o un fragmento indefinido de lo ocurrido en su ciudad el 11 de julio.
En cada conjunto existe la investigación, el pensamiento y porque no la sorpresa del artista. Como fragmentos de texto de una historia, cada imagen se va conectando con el resto de su grupo. Hay coherencia incluso entre las distintas historias que comparten realidades. Incluso la serie tomada en la ciudad de Santiago logra conectar a través del título con las de Matanzas: «nuestra sociedad parece estar espiritualmente agotada».
Merecedor de premios en los últimos días, este fotógrafo, demuestra la agudeza de su ojo al ser capaz de captar la vida que le rodea, más allá de imaginario o subjetividades. Se agradece la investigación de los temas abordados, y saber encontrar los momentos irrepetibles que son al final los que perduran en la memoria, y ahora en la secuencia digital de la imagen.
Quedarán estas crónicas visuales o ensayos fotográficos como huella de esa libertad creativa que como pocos tienen los fotógrafos. Es entonces la obra de Julio César un ejemplo de lo que están haciendo tantos fotógrafos y artistas más allá de la Habana, demostrando las potencialidades del quehacer artístico en cada lugar de esta isla. No es la Habana el mejor ensayo fotográfico en estos días, son las realidades de los rincones cubanos, de la vida diaria, de los misterios de ciudades y pueblos, son las experiencias de vida de muchos. Son esas imágenes las que deben ser ensayadas y mostradas aprovechando las ventajas tecnológicas que rompen las barreras del cubo blanco.