Exposición “Permanencias”
Colectiva
26.08.2022
Galería La Nave
Quien escucha que se inaugurará una exposición de artistas recién graduados de la San Alejandro, pensaría encontrar la academia pura y dura en el quehacer de estos jóvenes. Esa afirmación sin dudas hace unas décadas no estaría tan alejada de la realidad. Pero hoy, la experiencia es distinta. Estas nuevas generaciones, tal y como afirmó Pierre Bourdieu, buscan romper esos límites impuestos y experimentan desde sus vivencias los cambios sociales más significativos, esta vez desde el arte. Si bien es cierto que obras como “Soledades Convulsas” o Alienación, de los artistas Laurem Thalía y Daniel Dueñas, respectivamente, respetan esa tradición de la pintura al óleo, más conservadora, Marcos García, Thalía Aguilera y Darena Pedroso, apuestan por otras manifestaciones como la instalación o el “libro de artista” para expresarse. No es más que un indicador de la época creativa que vivimos en el contexto cubano e internacional, los límites se quiebran, las fronteras se expanden.
Es interesante que ya desde estos primeros tiempos, estos graduados se vinculen a las galerías (no por ser comerciales) sino por el necesario conocimiento de la praxis de su funcionamiento. Tener la rigurosidad de curadores con experiencia como Yohandra o Peré, sin dudas formará parte de esa experiencia necesaria a adquirir para su formación como artistas. Las propuestas audaces, aunque no innovadoras, evidencian las fortalezas y debilidades con las que cualquier educando sale de las aulas, es la práctica la validadora y maestra final. Se revisitan las técnicas tradicionales como es el caso de Guilianna M. Sera, quien, a través cuatro piezas en linografía, mostró las bondades del grabado. El detalle en las piezas caladas sobre cartulina que conforman “Lo esotérico del alma” de Verónica Abelarde, se disfruta. En sentido general, los curadores lograron un pluralismo en la estética, al seleccionar artistas de una misma graduación, pero con formas de hacer diversas.
Creo, sin dudas, que se debe destacar la importancia de esta exposición para la posterior lectura del crecimiento de este grupo de jóvenes en el circuito del arte institucionalizado. Ciertamente, la profesionalización en el campo artístico tiene muchos derroteros, por tanto, darle seguimiento a la obra de ellos permitirá conocer el verdadero impacto de estar vinculados por primera vez a una institución como es Galería La Nave. En el panorama de las galerías nacionales para esta generación de artistas es complejo insertarse, o formar parte de la nómina de una galería comercial, no obstante, estos primeros pasos vienen a poner el foco de atención sobre su obra.
Más allá de un valor económico que pueda derivarse (al estar en una galería comercial) me permito valorar el valor simbólico que para estos artistas representa esta exposición, con sus luces y sombras, pero quedará como ese momento en que puertas afuera de la academia el público real viene a confrontar estas obras. Sería muy bueno que la crítica especializada o los propios estudiantes graduados de especialidades vinculadas realizaran ejercicios de pensamiento sobre lo que verán en esta galería. Tal vez comenzarían juntos artistas y pensadores a transitar por un camino donde de ambos lados se hacen necesarios para crecer.
¡Enhorabuena por la graduación estos artistas, musas benévolas para su obra!