#hablandodemercadodearte

¿Qué implicación tiene para el mercado de arte (comercialización de arte en el caso Cuba) la creciente inflación que vive la economía actual?

¿Cómo impacta la devaluación de la moneda nacional en el sistema de galerías de arte que hoy existe en el contexto nacional?

¿Los precios de las obras de arte compradas por las galerías a los artistas influyen en el valor de las obras del mercado primario de estos mismos artistas?

Recién leo un artículo publicado por el sitio web Artsy.net (https://www.artsy.net/article/artsy-editorial-surging-inflation-impacting-art-galleries), sobre el impacto de la inflación en las galerías de arte. Un artículo interesante, pues pone en contexto la relación inquebrantable entre los mercados tradicionales y el mercado de arte en sí. En él, me permito significar algunos fragmentos que me darán pie al análisis e intentar generar más preguntas que respuestas a las interrogantes iniciales.

Jillian Billar, autora de este artículo, señala:

(…)“Con un frenético ingreso de dinero nuevo al mercado primario y un número cada vez mayor de nuevos coleccionistas, los galeristas se ven presionados a proteger y garantizar un crecimiento estable del mercado para sus artistas. Vender la obra de un artista a un precio demasiado alto desde el principio podría crear una burbuja y resultar perjudicial para el mercado del artista en el futuro. Para las galerías establecidas que representan a artistas de primer nivel, mantener relaciones con clientes de larga data es un factor adicional que tiene una amplia prioridad sobre la obtención de ganancias rápidas a corto plazo.”

En otros momentos he visto este mismo principio de actuación por parte de marchantes, dealers y galerías, por tanto, una estrategia verificada y válida a valorar en nuestra realidad. Conozco artistas emergentes cuyos manager han mantenido esa línea de trabajo a pesar de que los propios coleccionistas y clientes habituales les motivan a subir los precios. Tal vez para lograr ellos revalorizar su inventario, tal vez para reducir la demanda, cada acción es válida.

Más adelante en el propio artículo cita a una destacada directora de galería Marianne Boesky, fundadora de Marianne Boesky Gallery en Nueva York:

“Mientras ese hecho permanece, las estructuras de precios primarias creadas y administradas por las galerías no van y vienen de acuerdo con la oferta y la demanda. En general, queremos que los precios primarios se correlacionen con la trayectoria profesional de cada artista individual. Un mercado impulsado por la demanda no significa mucho para los precios del mercado primario de las obras de arte si queremos mantener la cabeza en orden»”.

Boesky coincide con Sean Kelly, fundador de Sean Kelly Gallery en Nueva York en que “los costos de los materiales de los artistas han aumentado, los costos de transporte de las obras de arte han aumentado, el costo de cada eslabón de la cadena de este negocio, desde la tienda de artículos de arte hasta la entrega de una obra al cliente, ha aumentado. Los precios se están disparando: los precios de los materiales para embalar las obras de arte, los precios de las obras de arte en movimiento, los precios del transporte, los precios del envío, todo es significativamente más alto. Así, a lo largo del artículo se exponen muchos elementos que sirven de pie forzado para mi análisis.

El caso Cuba tiene otras significaciones. En un ejercicio de matemáticas elementales en el supuesto de ser yo un coleccionista de arte, aprovecharía este momento para invertir en la adquisición de inventario de calidad en el sistema de galerías de arte. ¿Por qué? Sencillo, pongamos el ejemplo del artista “X”:

El artista “X” en el 2020 la galería “A” le adquirió una pieza valorada internacionalmente en 5000 USD. Al estar vigente la moneda convertible CUC dicha pieza se introdujo al inventario de la galería comercial con el valor de venta de 5000 CUC (como precio de venta, pues el costo por razones comerciales se negoció más bajo con el artista). Cuba eliminó el 1 de enero de 2021 la circulación legal del CUC y se estableció una tasa de cambio única de 24 pesos por un dólar, en un proceso de unificación monetaria y cambiaria durante el cual el CUP (peso cubano) quedó como única moneda unificada. Por tanto, comercialmente esta pieza pasó a un valor público en galería a tener un precio de 120.000,00 CUP o si se realizaba con transferencia desde el exterior un valor cercano a los 5000,00 USD menos gastos financieros.

El pasado 2 de agosto se anunció que la tasa de cambio del USD para las personas naturales sería de 120 CUP. Un día después “yo” coleccionista vendiendo al BCC aproximadamente 1000 USD obtendría el valor para adquirir la pieza con precio alrededor de los 120000,00 CUP. La galería como persona jurídica (empresa) mantiene en su contabilidad la tasa de 1 x 24 según las regulaciones existentes, o sea a que los efectos contables no existen afectación financiera en tal sentido.

Pero, y que pasa entonces con el valor simbólico de la obra que, de estar reconocida internacionalmente en 5000 USD, puede ser adquirida en Cuba en un valor aproximado de 1000 USD (en el caso de comprarla directo en galería a la tasa oficial en CUP). ¿Qué impacto tiene en la credibilidad de la galería para los artistas, en el sentido de que esta garantizaría el precio mercado de la obra? ¿Los artistas estarán interesados en seguir teniendo vínculos comerciales con la galería o aceptar vender obras en las galerías?

Esto igualmente pasa en el proceso de expo-venta en las galerías. La cotización de un artista del valor de su obra la hace por referencia del mercado internacional (carecemos de comisiones de tasación u otro agente regulador de precios). El artista “B” expone en la galería “Z”, y su obra vale los mismos 5000 USD, la galería está obligada por ley a expresar los precios en CUP, a la tasa oficial de 1 x 24. Idéntico ejercicio matemático anterior. Si el artista quisiera mantener el ingreso del valor por su obra en el valor correlacionado al mercado exterior, tendría la galería que publicar como precio de venta, o sea 600.000,00 CUP. Pero, al llegar el cliente “0” y solicitar comprar la obra, la galería debe notificarle que deberá transferir los USD para cubrir el precio en CUP o sea 25.000,00 USD. Evidentemente, nada que ver con el precio internacional de la obra y por ende el cliente “0” al revisar los sitios especializados vería que hay una diferencia ilógica.

Creo a mi entender haber cumplido con el ejercicio de pensamiento. Me he generado más preguntas que respuestas a mis propias interrogantes.