Exposición “Pinball club”
Colectiva
15.07.2022
Galeria De Arte Servando
Nunca lo había visto de esta forma, ciertamente las galerías de arte son una especie de caja de pinball. Allí los espectadores sufrimos una especie de efecto “pinball” (pensado para la búsqueda en Internet) pero a los efectos de este texto, lo llevo a la reacción dentro del espacio del cubo blanco. Si en Internet los videos, los anuncios, las fotos de cualquier producto o servicio, ahora con mayor vistosidad visual, que nunca han modificado el comportamiento de los usuarios, la disposición en una galería de las piezas, los grupos sociales que se crean en esos momentos, y hasta la ubicación de los brindis rigen el movimiento del visitante, que se convierte en la “bola” de pinball.
Creo tal vez fue esta la tesis que defiende la última exposición de jóvenes artistas del ISA –que efervescencia provocan las tesis, luego del impasse de años de escolástica carrera, como bien debatía con artistas profesores de la institución- en la galería Servando. La combinación de una puesta en escena de un clown profesional, el cobro simbólico de un peso como tragamonedas del juego tradicional para entrar a la galería por el grupo “Ups”, el performance de Daimely Lorenzo , la video-instalación Yamil Orlando Jimenez , los lienzos de Omar Enrique Tirado y Hector Onel Guevara Delgado , junto a las ilustraciones de Brenda Cabrera , hacen de flejes perfectos para mover de un lado a otro de la galería a los visitantes sin un orden o sentido lógico para recorrer la exposición. Ya lo reconoce la profesora Laritza Suárez Del Villar al señalar en las palabras de la muestra, cito: “Las obras son petardos, resortes u otro elemento electrónico del juego, a simple vista hay una diversidad formal y discursiva.”
Alguna vez sería interesante medir la reacción en pasos, tiempo delante de cada obra, recorrido por el espacio expositivo de los visitantes. Tal vez entenderíamos si realmente las exposiciones en las galerías responden a los tradicionales esquemas del patrón Z, donde se busca encontrar información importante y a saltarse lo que no es interesante, o si realmente el efecto “pinball” siguiendo una ruta altamente no lineal, rebotando entre los resultados y formatos de mayor captación de atención. Sin dudas en esta exposición pasa eso, o por lo menos a mí.
Reboté entre las sugerencias eróticas de los personajes femeninos de Brenda, hacia lo simbólico de la obra Senencia de Héctor Onel, volviendo sobre mis pasos a los complejos collage visuales de Omar. En ese ir y venir dentro de la galería donde la interacción con amigos, artistas y especialistas me hizo enfocarme en el atelier de objetos olvidados de Daimely, y luego la estridencia de la trompeta del clown recordarme que contaban y repartían el dinero de la entrada entre los chicos de Ups y el payaso. No fue sino hasta que los grupos sociales se iban dispersando o yendo y el bajar de la la luz diurna, que se hizo más evidente la video instalación sonora de Yamil.
Sin lugar a dudas, en un ejercicio académico pertinente devino la muestra, que estuvo acompañada por profesores del ISA que allí estaban apoyando a sus alumnos. Vuelvo a las palabras de Suárez del Villar, para alertar sobre que encontraremos: “(…) puede que cuando se llegue a la apreciación de algunas de ellas (las obras seleccionadas para la ocasión de conjunto entre la galería y los artistas N/A) ocurra un atasco o un desvío conceptual, en vez de una incorporación a la lógica de un discurso.” Así que a quien visite la muestra “Pinball club”, mi recomendación es: déjese llevar por el efecto pinball y no le busque lógica.