#hablandodemercadodearte
Hace poco más de un mes, la complicidad de la Galería Villa Manuela, propició el encuentro entre el crítico Nelson Herra Ysla y varios interesados. El motivo, su texto «Notas imperfectas sobre el escenario visual cubano a comienzos del siglo XXI», recientemente publicado. Por los derroteros del diálogo activo entre todos, la tarde derivó entre otras cosas a sopesar el papel hoy de la crítica de arte y su relación con el mercado de arte en Cuba.
Evidentes las preguntas y las respuestas. Citando textualmente al famoso crítico de arte Robert Hughes cuándo expresó: «Uno se cansa del supuesto papel que los críticos tienen en esta cultura. Es como ser el pianista de un burdel: no tienes ningún control sobre todo lo que pasa en el piso de arriba», pudiera entenderse porqué particularmente en nuestra realidad, la crítica de arte no hace gran mella sobre los destinos comerciales del arte cubano y sus artistas. Elementos estos reafirmados en posterior intercambio sobre la autogestión del artista, donde nuevamente la figura del crítico de arte no se ve como un elemento dinamizador dentro del ecosistema del mercado de arte en Cuba.
Pero que esto no nos asombre. No es un fenómeno privativo de Cuba, donde ya empiezo a validar la hipótesis: «hay mercado de arte pero no hay un Mercado para el arte cubano».
-麗-
«Los críticos de arte apenas han sido mencionados en el debate sobre lo que dirige la demanda y los precios del arte contemporáneo. Los críticos están estrechamente relacionados con el mundo de los artistas, los marchantes y las ferias de arte, y cabría esperar que tuvieran un destacado papel en el mundo del arte. Pero no es así. Los marchantes, los especialistas de las casas de subastas y los coleccionistas insisten en que los críticos tienen una escasa influencia en el mundo del arte contemporáneo -ni en el éxito de los artistas, ni, desde luego en los precios-. ¿Por que tienen tan poco peso y qué papel desempeñan? (…)
La principal influencia de los críticos actuales consiste en espolear al público a visitar exposiciones en las galerías o artistas nuevos o en desarrollo. Pero incluso esta influencia se ve ensombrecida por el reconocimiento de los lectores de que los críticos normalmente son reacios a ser críticos con las nuevas obras.
Los lectores entienden que las opiniones de los críticos actuales no aportan lo que ellos necesitan saber. El público y la mayoría de los coleccionistas de arte identifican el atractivo estético con la calidad técnica. Los críticos identifican el atractivo estético con la originalidad o la visión. (…) El crítico discute la importancia abstracta de la obra de un artista y su carácter diferenciador porque busca la continua aprobación del editor, no para servir de guía para los compradores de arte. (…)
Para muchos críticos, organizar exposiciones o aconsejar a los coleccionistas genera una influencia superior y mayores ingresos que sus reseñas críticas. Estas actividades también nos informan sobre la consideración del papel del crítico. (…)
Así pues, ¿quienes predicen mejor la importancia a largo plazo de la obra de un artista, los críticos o los precios? En lo tocante al arte moderno, la respuesta es que el mercado es un factor de pronóstico muy superior a la crítica.»
Don Thompson
El Tiburón de 12 Millones de Dólares
Nota: Sirva reconocer que discrepo en algunos de los elementos planteados por el autor sobre la valoración a la critica de arte y a sus actores.



