Exposición «Existencia natural: como elefantes blancos»
Guillermo Portieles
30.09.2018
Centro de Desarrollo de las Artes Visuales – CDAV
Cuando Ernest Hemingway escribía ese diálogo entre el americano y la muchacha en “Colinas blancas como elefantes”, no imagino el paralelismo de esas escenas con los motivos de inspiración de este artista. Los personajes refugiándose del sol admiraban “(…) las colinas del otro lado del valle del Ebro que eran alargadas y blancas”, y tal vez por el espejismo del calor las comparaban con elefantes blancos. Acá en la Habana, Guillermo Portieles encontró en la arquitectura monumental de esta su ciudad, semejanzas que luego traduciría a “Ciudad Cromática” o “Ciudad Digerida” en su lenguaje plástico -abstracto figurativo, al decir del amigo Arturo Montoto- algunos de los lienzos hoy expuestas.
Obras como “Montaña Blanca” o la escultura -sencilla, pero inmensa como su nombre – “Montaña” me recuerdan una escena en especial del relato de «El Principito». Portieles hubiera recibido -como aquel piloto- la misma respuesta del Principito al mostrar su dibujo del sombrero. Todas estas piezas exponen la grandeza que para el artista tiene su ciudad, de la cual estuvo apartado por las (sus) circunstancias por un tiempo demasiado largo.
Portieles con su exposición personal “existencia natural… Como elefantes blancos” merece los aplausos. Casi en los 500 años de la Habana, este artista se acerca para cumplir el deber del encargo que de la ciudad recibió: impregnar en lienzo el recuerdo que evoca sus construcciones, para que como elefantes blancos no olvidemos nunca esa máxima: “el que desentierra una ciudad merece más aplausos que el que la devasta”.