Pedro Pablo Oliva / Marlon Portales/ Frank Mujica/ Maikel Sotomayor/ Greta Reyna/ Alejandro Alonso/Danco R. Duportai/ José Toirac
15.03.2018
Pocas empresas reúnen tantos aventureros como los viajes. Miro la nómina de esta exposición y en ellos descubro una especie de “argonautas” guiados por el mayor soñador de todos, el maestro Pedro Pablo Oliva. Interesante la selección del título de la muestra, un guiño a los cuentos reunidos bajo ese nombre que describen la idea del descubrimiento de Marte. La combinación de aventura y viaje es la fórmula ideal, donde estilos tan diferentes se conjugan y confluyen experiencias de espíritus poéticos y viajeros.
Imagino que para un artista viajar es una fuente inagotable de conocimiento y enriquecimiento artístico y personal como para todo ser humano. Pero los artistas no solo viajan geográficamente, sino que en cada acto creativo recorren distancias inimaginables y luego nos devuelven las experiencias en obras impresionantes como las de esta ocasión. Se les hace necesaria esa búsqueda de nuevos enfoques, miradas, y hasta la forma de reflejar la luz, los colores y formas para crear. A cada mirada surge una afirmación: viajar es una metáfora de la vida, que queda dispuesta en las paredes gracias a las obras (fotografías, dibujos, videoarte, objetos e instalaciones) de los artistas presentes.
Esta gran bitácora formada por los relatos de estos creadores, da permanencia a recuerdos y reflexiones que hubieran escapado al olvido si no quedaran reflejados en las piezas. En la entrada -bajo el principio de un orden en el caos- han sido colocadas las ideas de viaje: memoria, reconstrucción, autobiografía, desmemoria, registro, retorno, origen, encuentro… son algunas de ellas; constituyen puentes de contacto entre los artistas y sus piezas.
Entre todos distinguen los dibujos de Pedro Pablo Oliva, esos que siempre están en calma, pensados los detalles y se descubren figuras y objetos testigos del tiempo que este viajero ha vivido y con su mirada atenta y trazo creativo nos devuelve. Greta, Toirac, Marlon, Frank, Maikel, Alejandro y Danco le acompañan, ellos saben que los viajes no son solo a lugares lejanos o desconocidos, algunos lo hacen al interior de una habitación o de sí mismos. El verdadero placer está en cambiar la manera de mirar, en el saber mirar, en el saber observar más allá.
El viaje entonces, de estas (Otras) crónicas marcianas, se transforma en una experiencia dirigida hacia un enriquecimiento personal no solamente de ellos sino de quien se acerca y se hace cómplice.