Evelyn Aguilar Sánchez

24.05.2018

Galería Galiano

Un trazo, una letra, una palabra, una oración, un texto, una imagen, una obra de arte… En el talento de Evelyn Aguilar Sánchez se enlaza de una manera provocativa el arte de escribir con las artes visuales. En esta ocasión, al escribir logra ajustar las formas al pensamiento figurativo y literario, haciéndonos partícipes y a la vez ocultándonos las verdades que en líneas y giros de la mente y el papel forman a su vez un conjunto nuevo. La llamada imagen literaria se vuelve figura ante los ojos del ávido espectador. Sin ser experto me animo a decir que su estilo es: escribir, porque escribir es sentir.

Muchos artistas visuales recrean en sus obras textos, que complementan la imagen de la obra. Existiendo una influencia directa en un sentido u otro, o en ambas direcciones. En el caso de Evelyn, se apropia ella de una caligrafía cursiva que en sus hilos de textos van forman las imágenes, los fondos, las estructuras, en fin, la obra. Surge entonces ese equilibrio entre lo poético de la palabra y lo poético de la imagen, una balanza que esta artista logra inclinar hacia la poética de la obra plástica. Los textos, a veces ininteligibles, -su función deja de ser estar para ser leídos y se transforma en estar para ser la forma- son la traducción caligráfica del pensamiento creativo de esta joven artista. Ideas que como a los escritores son necesarias ponerlas en blanco y negro en el momento máximo de la creatividad.

La misma necesidad que lleva a pintar incansablemente a muchos, a ella la lleva a escribir sus experiencias, sueños y anhelos, cualquier soporte le sirve: papeles, cartulinas. Esta serie de Dibujos Manuscritos, recuerdan los caligramas donde las palabras dibujan o forman personajes o escenas, ubicándose en la frontera entre la literatura y las artes plásticas. En el caso de Evelyn no hay un texto exacto o poema que guía las líneas, hay mucho más, es toda una vida (o vidas pasadas) que hace que las imágenes sean tan poderosas.