Luis E Camejo Vento
30.05.2018
Ciro Bianchi recorre el espacio, se detiene ante cada lienzo, reflexiona sobre cada dibujo -hechos sobre papel manufacturado al estilo antiguo- sonríe al final y comienza a hablar. En sus palabras describe una Habana ya antigua que aún sigue enamorando cuál ciudad Maravilla es. Se detiene en las páginas de aquella revista de la que toma nombre la exposición actual de Luis E. Camejo Vento: La Habana elegante. En sus cuentos, poemas, leyendas, noveletas, artículos costumbristas, crítica literaria, deportes, trabajos sobre artes plásticas, historia, ciencias, crítica teatral y musical se describió una Habana distinta a la que hoy conocemos.
En contraposición, Camejo – pintor y dibujante que ya nos acostumbra a regalarnos La Habana, o mejor dicho su Habana- escoge varios lienzos donde se ve una ciudad cambiada, asaltada por el siglo XX y casi el XXI. Por sus calles ya no están los coches lujosos de una ciudad naciente, esta vez luce esos espíritus (almendrones) errantes que aún la circulan como testigos ruidosos de esa época. Cruceros anclados en la bahía desafían el recuerdo de los Ferrys ancianos que desde costas cercanas traían a la ciudad a los vecinos ansiosos de disfrutar bares y cantinas, música y gente. Tal y como se recogían esas estampas en las páginas de aquella revista de farándula, una de las publicaciones literarias más importantes de Cuba y portavoz del modernismo hispanoamericano.
Para Camejo, enamorado de su ciudad – se nota en el detalle que cuida en cada imagen, en cada dibujo, como fotografías en daguerrotipo en una actualidad ya lejana- cada trazo en sus lienzos es un homenaje a ella. Se descubre ahí en su quehacer a un pintor de los misterios, luces y sombras de su ciudad, capaz de encontrar colores únicos en la lluvia que cae sobre ella y en la humedad que queda flotando entre sus calles. Cada obra de Luis E. Camejo es un reto a los sentidos, y a su vez una invitación a disfrutarla, porque a pesar de los años nuestra Habana sigue elegante.