Michel M Chailloux

08.06.2018

Galería ARTIS 718

Los sueños, parte importante de la mente humana, han servido a muchos artistas para generar escenas pictóricas cargadas de esas imágenes que desde lo profundo del subconsciente llegan hasta ellos. En este caso, Michel M Chailloux, ganador del tercer premio del evento Post It 4, se sumerge -en una profunda y prolongada apnea- en su propio mundo onírico. Lo recorre y nos trae de la mano esos paisajes extraños, con ambigüedad de planos y perspectivas sin referente temporal, al decir de David Mateo en las palabras a la muestra.

En la búsqueda de un estilo propio, este joven artista sorprende con lienzos de dimensiones amplias, que describen cada uno historias oníricas a través de personajes y lugares, vistos desde diversas panorámicas visuales. En una liberación de su mundo interior, Michel da rienda suelta a creatividad, explorando a través de una iconografía figurativa en mayor medida y profundamente simbólicas su pensamiento, deseos, temores y más. En cada pieza los personajes, los objetos, las escenas (espacios o situaciones) en su mayoría irreales a partir de las dimensiones u otros elementos, responden a visión diferente que el artista crea de esas ensoñaciones. Es esta una especie de guiño a lo onírico y lo sobrenatural o metafísico que a lo largo de la exposición conlleva a replantearse uno: ¿qué sueña este artista con los ojos abiertos?

En la exposición, el artista se propone, en mi opinión, alejarse de la realidad que le rodea y acercarse más a la idea, usando los objetos y personajes como canales de liberación espiritual y emocionales, con una alta sensibilidad que se respira en cada trazo, en cada gesto. Las obras trasmiten una serenidad impactante, como si estuvieran en un estado a la espera de que se desencadene o pase algún acontecimiento no esperado, un halo de misterio esconde cada escena, un silencio que antecede la tormenta, pero esta nunca llega. Volvemos a respirar, pues sin pensarlo nos sumergimos junto al artista en este mundo onírico y fantasioso donde fuimos sorprendidos por transferir a las obras nuestros propios sueños y deseos.