Felipe Dulzaides

02.03.2018
Galería Habana

«Soy un artista que está consciente del lenguaje que está usando, de la historia de ese lenguaje y de los antecedentes del medio en que un proyecto se desarrolla: me considero un artista conceptual»

As matter of fact, apropiándome del let motiv o titulado de la serie fotográfica del propio artista, la veintena de obras que se despliegan por las salas de la Galería Habana, nos descomplejizan la realidad que rodea la vida cotidiana y la traslada mediante las artes visuales a estas instalaciones. Y así como en el ser humano, esta exposición -curada por el artista- existe variedad entre la unidad de la muestra, pues cada obra geométricamente encaja dentro del objeto/concepto único y totalizador propuesto por Dulzaide: el viaje a vuelta a la semilla.

Consciente de encontrarse en una realidad profundamente diversificada, fragmentada y compleja, como atestiguan sus “fotografías metafóricas”, Felipe (se) sitúa al hombre como ente capaz de aprehender esa realidad y funcionar como entidad (biopsicosocial) unificadora y consciente de esta; y la transforma a imagen y semejanza. Sírvase detallar la pieza “Posible autorretrato” como esa autorreferencia directa a su equilibrio con lo que le rodea. Cubano al fin juega con el humor y el doble sentido, al denominar la exposición “Formalmente” -en contraposición a la idea de caos o desarmonía-, el espectador se imagina una obra consistente o regia, y descubre una multiplicidad de piezas en formas o materiales.

“Círculo completo”, “Bajo la sombra de Tallin”, “Recordar es construir” o “Si no miras a las estrellas nunca encontrarás poesía” algunas de las presentes, son cuando se observan simultáneamente en panorámica de la sala, una experiencia poli sensorial para quienes el abstraccionismo geométrico (instalativo además) es un reto. Dulzaide pone a dialogar las piezas con el visitante, quien se integra en el espacio que las separan unas de otras, convirtiendo el recorrido en un diálogo silencioso pero profundo.  Hace uso de sus experiencias en el teatro, y cada instalación tiene su propia puesta en escena, cuidando hasta el detalle de la luz.

Una exposición que al decir de sus organizadores: “son obras cargadas de poesía en las que se puede reconocer cierto sentido del humor para abordar temas de la realidad cotidiana del artista, en definitiva, su fuente temática más importante.”