Exposición Orikí. Canción de Elogio
14.01.2022
Hace casi exactamente un mes, se inauguraba en la Galería Acacia la exposición “La fuerza del tiempo”. Allí afirmaba yo, que esa muestra era una investigación sobre la forma y el discurso propio de este artista que es Santiago Rodríguez Olazábal. Sorprendido aún por esta que hoy visito, pues no es común que un mismo artista inaugure con tan poco tiempo en galerías de igual nivel sin existir algún criterio curatorial que respalde esta decisión, me encuentro una nueva tesis del quehacer artístico vinculado a las religiones afrocubanas.
Esta vez Santiago esgrime el término Orikí, para mostrarnos la fuerza de piezas (en lienzo o cartulina) en las cuales la inclusión de elementos matéricos logran romper los parámetros clásicos. El orikí —»conciencia en alabanza” o “plegaria de la cabeza»— es un género oral que expresa una evocación y puede tener distintos temas: familia, guerra, amor, calidad de las mujeres, entre otros; es el uso hábil de este es lo que permite la invocación de la posesión de los Orishas, y permite el retorno a la conciencia normal al final de un ritual. Cada una de las piezas viene a ser una representación visual de lo que desde el conocimiento Ifá de este artista se interpreta de cada oriki que conoce. Santiago nos da pistas entonces cada vez más evidentes de su estética permeada por esa cultura tan mágica como es la africana.
El artista trata desde la sencillez de piezas impresionantes –sin muchos lujos ni gastos excesivos en montaje o enmarcajes- captar el sentido de la oralidad yoruba, la traduce en trazos y dibujos con su estilo único. En cada obra se siente la satisfacción propia como cuando despliega la estera y consulta los caracoles para conocer los designios de Ifá. Sin ser conocedor de los saberes de la religión yoruba en todo su alcance, me permito disfrutar la obra de este Maestro y la forma en que lleva desde lo metafórico la simbología de estos cantos de elogio a deidades y otros. Hay una relectura a través de sus lienzos, cartulinas y esculturas de la poesía que acompañan los Orikí.
En cada muestra de este artista florece la tradición poética yoruba, cada dibujo, cada pintura, instalación o escultura reafirma las bases sólidas de investigación por años realizada. Creo entonces que, entre ambas exposiciones antes comentadas, debería tenderse un puente, y presentar como pasado, presente y futuro de la obra de Santiago, más allá de verlas aisladas.