Exposición Pausa

Harold López Múñoz

29.10.2021

Galería ARTIS 718

Meses han pasado desde que estaba prevista la muestra de este artista en la Galería Artis 718, cuestiones ajenas a la voluntad tanto de la galería como del propio artista impidieron la ejecución de la misma. Fortuna para nosotros pues, aunque lo virtual se va imponiendo día a día, nunca la visualidad física de las obras podrá ser sustituida, ni siquiera en el nuevo Metaverso que Zuki (Mark Zuckerberg) nos está invitando a crear de conjunto. Es que la obra de Harold, con un estilo de arte muy rico y hermoso en cuanto a expresividad y colores, solo puede apreciarse frente a las piezas “face to face”.

Una “Pausa”, no en la carrera de Harold, pues es conocida su participación en varios eventos internacionales durante los últimos meses, sino tal vez en la forma de hacer su pintura. Asumo esta afirmación por una razón sencilla, las piezas que hasta ahora había podido ver de Harold, las imágenes que representaban eran totalmente planas, privilegiaban los ambientes de ciudad y a la figura humana en primer plano y carecían de esa ilusión de espacio y profundidad. Sirva tomar de referencia la última exposición en 2017 titulada “Stand by”, que tuvo como sede la Galería de Arte Villa Manuela . En dicha muestra, las obras de gran formato (9 piezas) los jóvenes, protagonistas de cada pieza estaban en ese primer plano, nada más importaba al artista que reflejar esa espera o ese momento detenido del “tal vez”, con la pieza “Boca arriba” (150 x 150 cm) como eje conductor y guía del posterior quehacer.

En cambio, tras la pausa, Harold reaparece con piezas de pequeño formato, como ventanas pequeñas por donde el artista escapa hacia paisajes más abiertos, el mar, las montañas, los valles, deja de ser el hombre el centro de la escena e incorpora a animales -caballos y perros-, las situaciones de conflicto se definen mejor, incluso incorpora esa figura retórica que consiste en repetir un pensamiento expresándolo con las mismas o similares palabras: la tautología en piezas como “Comiendo hierba”, “Comiendo arena” y “Hundido”. El dominio de la técnica le permite a Harold combinar en breve espacio de trabajo el dibujo, la línea, el equilibro y el movimiento, la textura, el color, el uso de la luz y el contraste con una ejecución impresionante que da al traste con una exposición donde se agradece la curaduría de su especialista Ariadna Cabrera Figueredo y el montaje siempre perfecto de Carlos Montane .

La curaduría viene a mostrarnos las soluciones artísticas al problema de dar tridimensionalidad a las obras que están en un formato bidimensional. La selección de la pieza “Playa gris” como obra que da la bienvenida al visitante, es de por sí la ruptura a todo lo que creíamos ver en la obra de Harold. Se adueña de la ilusión óptica y el sombreado creando la sensación de espacio, explora el volumen y la profundidad, da movimiento a los objetos; nos regala en cada pieza esos puntos de fuga -caminos y líneas del horizonte- que acentúan a través de las líneas convergentes a nivel de los ojos la profundidad de cada paisaje.

Detenerme en el uso de los colores, es a bien decir de Ariadna, repasar las clases magistrales de la Maestra Rocío García a este alumno aventajado. Pues Harold reproduce la marcada intencionalidad de la paleta, donde el color cuenta una historia, crea esas atmosferas necesarias para transmitir sensaciones como en “Playa Roja” o “Destino” por mencionar alguna de las mostradas. Así es la influencia de un buen maestro, que siempre se reconoce en el buen hacer del discípulo, ¿! o es que acaso se puede negar el impresionismo que plasma al mundo de manera colorista!? Cada cuadro viene con una carga dramática que es generada a través del cromatismo, sin estar muy cargado en la composición, casi minimalista por decirlo de alguna forma.

Es entonces sí, “Pausa” ese necesario respiro que nos fue obligado por la pandemia, para que este artista se muestre renovado y cada vez más creativo. Considero desde el punto de vista coleccionable, a esta nueva serie como imprescindible para tener una representación única del trabajo de este artista. Sirvan, pues, estas palabras para compulsar a visitar la muestra y tal vez llamar la atención al coleccionismo tanto individual como institucional.