Exposición «El hijo de Katana»
Henry Crespo Enríquez
09.03.2023
Centro de Desarrollo de las Artes Visuales

La exposición «El hijo de Katana» permite hacer una reflexión sobre el proceso creativo del joven artista Henry Crespo Enríquez, que se centra en la repetición como herramienta fundamental para la exploración de nuevas ideas y posibilidades. Se destaca que, en su proceso de trabajo, la repetición se convierte en un ciclo de vida, en el que cada parte gradualmente lleva al descubrimiento de nuevos aspectos y posibilidades, sin necesidad de llegar a un todo absoluto.

En ella utiliza la abstracción pictórica como forma de expresión y refleja la creciente tendencia en el arte emergente de explorar la abstracción. La eliminación de la representación figurativa permite al artista enfocarse en la exploración de los elementos fundamentales de la composición, como la forma, el color, la línea, la textura y el espacio. Esto invita al espectador a reflexionar sobre el significado más allá de lo representado con figuras concretas.

La semejanza de los patrones de la pintura con la representación gráfica de sonidos destaca aún más el papel de la abstracción en el arte contemporáneo emergente. La obra del artista se centra en la exploración de los elementos fundamentales de la composición, lo que le permite transmitir una complejidad y variedad similar a la de las ondas sonoras.

En la muestra, el uso de patrones geométricos y colores oscuros crea una sensación de profundidad y misterio en el espectador. Me gustaría pensar que la falta de iluminación adecuada para apreciar completamente la belleza de la abstracción era un reflejo de la intención del artista de transmitir una emoción o sentimiento a través de los elementos fundamentales de la composición, pero lamentablemente no respondía a eso.

Las piezas dispuestas de manera continua y bien pensada, pueden ayudar al espectador a ver la exposición como una serie o secuencia, lo que puede aumentar su comprensión del mensaje que el artista intenta transmitir. En este sentido, el propio artista señaló a propósito de mostrar en Post-It el conjunto de pinturas llamado «Canto de grillo» que trabajaba en varias cosas al mismo tiempo, en el que cada cuadro se separa y existe por sí mismo.

Este enfoque del artista se basa en una comprensión profunda de que el arte no es un producto final, sino más bien un proceso en constante evolución. A través de la repetición y la exploración continua, el artista puede descubrir nuevas ideas y formas de expresión. La idea de trabajar en un conjunto de pinturas como son las presentes en el «Hijo de Katana», es una forma de experimentar con diferentes posibilidades y explorar la relación entre las diferentes piezas.

En términos de la museografía, se puede ver cómo la fascinación del artista por la repetición y la exploración continua se refleja en las obras expuestas. Cada pieza puede considerarse como un componente de un conjunto más amplio, pero también existe por sí misma. El público puede experimentar cada obra de forma individual, pero también apreciar la relación y conexión entre ellas.