Exposición «All in»
Reinaldo Cid
21.12.2022
Galería La Nave
Cuando el jurado de la beca “Estudio 21” de este 2022 decidió otorgarla a este artista por el proyecto “Capitular”, reconocía así la evolución artística de este joven artista. Esa, junto a las becas “Raúl Corrales” y “El Reino de este mundo” de la Fototeca de Cuba y la AHS, respectivamente, continuarán potenciando el discurso visual que viene trabajando Cid en varias de sus series fotográficas. Ejemplo es, de cómo el apoyo institucional, junto a la calidad de las propuestas artísticas, son esa plataforma básica para que un artista emergente ascienda en el ecosistema y entramados que rodean el mundo da las artes visuales. Son varias ya las exposiciones donde he coincidido con la obra de Cid, por solo citar algunas están “Tempo”, “Puramente formal”, “Paisaje, retrato, naturaleza muerta”, “No lugar” y la más reciente formando parte del proyecto “Territorial: Agua”, en cada una de ellas su mirada como artista del lente viene a sorprender.
Su propuesta, “All in”, incluso desde las palabras de la postal de presentación, nos lleva como público a la reflexión y al necesario análisis a fondo de su fotografía, para así poder asimilar los conceptos que maneja, incluso teóricos-filosóficos. Es de esas exposiciones que funcionan como buen entrenamiento para la mente. Cid, se aleja de los clichés visuales y maneja lo inesperado como herramienta de éxito. Mostrar las piezas enmarcadas en las propias porta placas de las cámaras de gran formato, es en sí una forma de discursar más allá de la imagen por si sola. La abertura de este dispositivo remite inevitablemente a esas sesiones fotográficas donde ese ancho influye en la captura de mayores o menores detalles de la imagen. Creo que esto expresa más allá de las habilidades fotográficas de Reinaldo, ese proceso creativo que desarrolla en cada foto.
En la mente de Cid, comienza todo ese proceso creativo, hoy expuesto aquí, formando parte de la nómina de galería La Nave. Por supuesto que domina los conceptos de composición, luz, perspectiva, pues las piezas lo demuestran. Pero componer las ideas es lo que sorprende. Toma de referentes digitales varios, las escenas de ahora reproduce. Las imprime y vuelve a comenzar el proceso, al fotografiar con técnicas analógicas y revelar, con métodos tradicionales, sobre ese soporte mágico que es la plata gelatina. En eso, encuentro interesante la relación propósito-estilo-proceso. Me parece oportuno contraponer esta obra con el juego de bingo que el artista “instala” en varias cubetas de revelado, o en las imágenes de las cajas fuertes, donde no logra la combinación adecuada para abrirlas o ganar el juego, pero si en la vida real, o sea en esta exposición y en su obra en general.
A diferencia de otros fotógrafos, cuando Reinaldo habla de su obra, no nos proporciona detalles sobre el proceso de toma de la fotografía, selección del encuadre o cualquier otro aspecto técnico involucrado en la captura y posterior procesamiento de la imagen. Solo se limita a enseñarnos a leer con nuestro propio lenguaje la imagen propuesta. Nos entrena la mirada, nos pide que contemplemos y disfrutemos más que todo del proceso de descodificación, escrutinio de ellas. Al centrarnos en su proceso creativo aprendemos a leer su fotografía. Eso es lo que él disfruta.