Exposición Escala humana

Yoan Capote & Michelangelo Pistoletto

24.11.2022

Galería Continua Habana

Gracias a Galería Continua y a su sede de la Habana, muchos artistas internacionales han podido conocer la obra de varios artistas cubanos, con quienes han entablado un diálogo artístico. Ese intercambio y transferencias de capitales simbólicos, es sin dudas el mayor aporte de su presencia en Cuba, amén de los posteriores resultados en la participación en más de una decena de ferias internacionales, con la obra de varios artistas cubanos de su nómina. En este caso, iguala en la escala humana a dos hombres de tamaños artísticos gigantescos: Michelangelo Pistoleto y Yoan Capote. De generaciones distintas, el primero, sin dudas, es referente inevitable del segundo, pues al verlos juntos, hay una coincidencia de pensamiento, mas cada uno en su estilo muy particular.

En el comunicado de prensa de la muestra se dan algunas pistas de la idea curatorial que logra unir a estos artistas, el arte povera. Ese movimiento artístico surgido en la Europa de los años sesenta, caracterizado por el uso de materiales comunes como la tierra, las rocas, el papel y otros, cuya intención es trabajar con esos materiales a partir de sus características específicas. Donde el paso del tiempo es un actor más en la evolución de la pieza en sí. Conceptos como sostenibilidad, reciclaje, naturaleza, son sistemáticos en aquellos artistas que han adoptado esa filosofía de creación artística.

Esta exposición nos presenta piezas icónicas de la obra de Pistoletto como la Venere degli stracci (Venus de los trapos) (1967-1969), acompañada de un performance. Pieza esta, que corresponde a su serie Oggetti in meno, compuesta por esculturas y ensamblajes sin elementos estilísticos unificadores, concebidos como la exteriorización de una experiencia perceptiva particular.  La Venere… reinterpreta a la Afrodita Cnidia, la cual se transforma en soporte de una acumulación de prendas de ropas usadas, señalada por la crítica como “un eficaz encuentro entre lo alto y lo bajo, la cultura clásica y la masificación”. Otras de sus piezas responden al uso de espejos, quienes “contienen la voluntad de romper todas las barreras entre el arte y la vida,” como Mar Mediterráneo, o la Vuelta al Mundo.

De ese mar conocido ya casi de adulto, a Yoan le quedaron grabadas las imágenes marinas. Ahora las reproduce en su serie Islas, utilizando anzuelos y hojas de oro para recrear esa profundidad del mar, las olas, y todos los sentimientos que acompañan esas escenas. Esa sensación de hacer táctiles, las aguas dan una nueva dimensión a la pieza. Este artista, ya consagrado en el panorama de las artes visuales cubanas, vuelve a sorprender con su dominio de la escultura y la instalación con obras como Autorretrato (estudio de resistencia) y En nuestros hombros. Sobre este último se significa que: se trata de un ready-made de este objeto (yunque) cuyo peso y la tenacidad del acero que lo compone cuentan la historia de innumerables golpes recibidos y su fuerza interior”. Acompañadas por esas curiosas manos de bronce fundido que forman en letras de lenguaje de signos para deletrear palabras precisas.

Vuelvo a la nota de prensa y coincido, pues para estos artistas, el arte no solo es estético, sino que llega a asumir responsabilidades reales y concretas con todos los ámbitos de la vida humana. “El arte se convierte en un motor necesario de interacción y diálogo”.