Exposición “In & Out”

Colectiva

08.10.2020

Factoría Habana

Si algo caracteriza la exposición de la segunda planta de Factoría Habana, es ese proceso de investigación-creación por parte de David Beltrán y Kmilo Morales. Ambos abordan elementos vinculados a la estética y a la creación artística en sí, que pocas veces en mi opinión se descubren en artistas tan jóvenes. En tiempos donde las prácticas artísticas están sometidas a presiones externas como es la crítica, el mercado o las instituciones, estos artistas vienen a demostrar el deseo de presentar otras formas de abordar el arte contemporáneo. Significo esto pues, en los días preliminares a la exposición, las redes sociales de los artistas, y la galería nos mostraron como los talleres de ambos se convirtieron en “laboratorios” de experimentación, y conocimos esos procesos creativos por dentro. Lo cual no quita, es capacidad de asombrarnos antes las piezas de gran formato de Kmilo sobre lonas de algodón, y la paleta de colores de Beltrán.

Reconozco que a medida que avanzaba por las piezas de Beltrán, inevitablemente tuve que hacer uso de las bondades de la internet e ir repasando las piezas que le sirvieron de inspiración. Aunque el método de inspirarse, deconstruir o apropiarse de elementos de obras de maestros artistas es un recurso muy empleado por varios exponentes del patio, es interesante apreciar los lienzos de David. En ese proceso de investigación desde el arte sobre el arte revisita a Mark Rothko y su pieza “Negro sobre Granate”, al Picasso y su “Mujer en Azul” junto a piezas de Miró, Balthus y O`Keefe. De ellos, asume los colores y los recompone en nuevas abstracciones de impresionante profundidad.

Hay, entonces, una apropiación crítica que responde a una estrategia muy personal, que combina la búsqueda de la interrelación de los colores, una relectura de la pieza original, huyendo de la alusión directa. Este proceso creativo, evidencia una actitud reflexiva por parte del artista y de respeto a las obras que le inspiran. Y, sobre todo, una toma de conciencia sobre como ese proceso creativo va generando nuevas producciones artísticas, que movilizan al espectador al reencuentro con los clásicos.

Por otro lado, esas enormes lonas monocromáticas del Kmilo Morales, me remiten al New Ink Art, también llamado Contemporary Ink Painting. Sus cultivadores dirigieron su atención al mundo interno del artista, llamándole “el paisaje de la mente” en el arte expresionista.  La crítica de la época afirmó que el movimiento New Ink Art “hizo una nueva interpretación de lo que fue la pintura tradicional con tinta, por mucho tiempo”. Encuentro entonces esas similitudes entre lo que nos viene a presentar este artista con esos exponentes, pues está la presencia del vacío, para los asiáticos, el Zen, y la canalización de lo espiritual en el proceso creativo. Los métodos coinciden: verter, salpicar, enjuagar áreas de tinta o usar el aerógrafo para crear formas.

Las formas fluidas de Kmilo con tinta, expresan una inteligencia sutil y una determinación enérgica que comparte con las antiguas prácticas de ese arte. Comunica energía contemporánea y fuerza vital. En esa combinación de pintura abstracta y expresionista, el artista busca una nueva perspectiva en la pintura a tinta y, al mismo tiempo, expresa su comprensión y sentimientos hacia el universo y la vida tal y como los maestros de este arte.

Una exposición que vale la pena revisitar en otras ocasiones a fin de encontrar nuevos detalles que permitan reafirmar ese planteamiento inicial. Estos artistas han investigado a medida que van produciendo. Han hecho de sus talleres increíbles laboratorios de artes visuales.