Exposición “Tutifrutti”

Colectiva

24.09.2022

Galería Servando

Es indudable la influencia del juego en las primeras edades para la formación del futuro hombre, así lo afirmaba el filósofo Jean Jacques Rousseau, pues considerada a la infancia ese momento de la vida ideal, cargado de inocencia y cosas únicas, donde la imaginación no tiene límites ni existen imposibles. Igual de impacto tiene en las generaciones de artistas contemporáneos esos momentos lúdicos de la infancia en la conformación de quienes son ahora y la estética de su obra. Tal vez por eso Machado y Mena, abren su estudio creativo e invitan a amigos y conocidos a “jugar” experimentando cosas nuevas, o como le dicen “tallas comestibles” en esta mezcla ahora llamada GUSI. 

Del estudio a la galería de arte, ese cubo blanco inmaculado, ahora convertido en un gran campo de juego donde tanto artistas como público deben llegar desprejuiciados en pensamiento y acción, y saber que podrá encontrar cosas surrealistas, rayando en el dadaísmo, símbolos infantiles en paredes, gomas recicladas hasta pullovers diseñados para la ocasión.  Incluso el catálogo de la muestra, rompe cualquier convencionalismo en un intento por volver al edén de la infancia. El diseño responde a un conjunto de dibujos que de no haber conocido que eran los aportes de niños vinculados afectivamente a los artistas, pensaríamos que es una experimentación sobre el dibujo primitivo, infantil o lo que se denomina art brut (marginal).

La muestra en sí es, en mi opinión, un performance con elevadas dosis de improvisación que viene a bien con el objetivo que buscaban estos jóvenes. Pues el uso del juego y esa expresión libre de dogmas o esquemas creativos, viene a refrescar la vista a aquellos que visitan los espacios expositivos, encontrando una y otra vez los esquemas de éxito o fracaso. Es un intento de rebelarse a todo eso, hablando seriamente desde ese lenguaje lúdico que prima en cada una de las acciones que se dieron lugar en esta muestra. GUSI ha venido a construir su pequeño universo frente a las narices de los que esperaban los grandes formatos de Machado o las figuraciones de Mena.

Pero a nadie asombre que venga a realizarse una muestra como Tutifrutti en una de las galerías más prestigiosas del circuito. Cuando se revisa, artistas de muchos países y varias exposiciones internacionales, han encontrado fascinación en la miticidad de los dibujos infantiles y la pureza de lo expresado en ellos. Nombres como Picasso, Kandinsky o Klee, en ciertos momentos volvieron a la raíz de los dibujos infantiles hechos a lápiz o en colores, pues significaban la importancia del vocabulario “original e inmediato”, que a su vez les daba nuevas perspectivas en la construcción de su lenguaje pictórico, que hoy valoramos como innovador.

En franca referencia a esa búsqueda de inspiración y experimentación, a la liberación de formas y convenciones aceptadas por la crítica actual o las curadurías de momento, y a la necesidad de explotar las emociones, Tutifrutti surgió. Habrá a quienes no le disguste la idea, otros cuestionarán la locación para plantearla, tal vez algunos escribirán en contra, en mi caso reconozco haberme sorprendido de encontrar un pensamiento tan válido de la realidad que atravesamos, planteado de una manera tan sencilla y fresca. Y sí, ¡me cuadró esa talla!