Exposición “Audio track”
Rolando Galindo
23.09.2022
Galería Servando Cabrera

En estos días que hemos estado hablando de mercado de arte, y la relación directa de este sobre la carrera de los artistas para bien o para mal, me permito cerrar el paréntesis y volver a los recorridos por las galerías. No es casualidad que escoja esta para reanudar. En “Audio track”, Galindo, me facilita enlazar los dos temas. El eje de su exposición se basa en una especie de sinestesia, conocido fenómeno neurofisiológico a través del cual los humanos somos capaces de asociar entre sí estímulos de diferente procedencia, en este caso sonidos y colores.

Este artista, en una especie de archivo digital, fue conservando las entrevistas que, durante investigaciones propias de la carrera en el ISA, realizó a varios de los más prestigiosos artistas cubanos. A ellos les cuestionó sobre ¿vender te hace mejor artista o ser buen artista te hace vender?, y los colores que más le impactaban y llevaban a sus obras. Es así que, en este archivo confidencial, tomó inspiración primeramente para realizar una pieza por cada artista entrevistado, impulsado por el audio escuchado una y otra vez, y el uso de esos colores que ellos declararon. Para esta exposición combinó artistas, colores y audios, logrando varias piezas en formato abstracto, donde es palpable, desde el título hasta el acabado final, la influencia de esos procesos de diálogo con experiencias vivas del arte cubano.

La experimentación entre el sonido y la pintura siempre ha sido objeto de fascinación por los artistas, el propio Kandinsky, abstracto por excelencia, planteaba que el sonido de los violines le hacían ver colores en su mente y “líneas salvajes”. Hoy las piezas de este artista son un referente necesario en la obra de cualquier artista que se incline por la abstracción, como es el caso de Galindo. Hubiera sido una interesante experiencia, una instalación sonora con las voces que conforman los archivos, pero como el mismo artista me señaló, había una cláusula de confianza en esas entrevistas que no podía ser violada.

Es esta entonces una muestra sencilla, pero con un excelente trabajo investigativo detrás. Donde el artista al decir de su curadora Maybel Elena Martínez: “La superficie pictórica transcribe los patrones sonoros desde dos líneas principales: los datos aportados en el archivo y su representación cuando se reproduce en el programa de audio. La combinación de estos elementos, su procesamiento visual y la serialidad son la cimiente de su obra.” Ambas series, de seguro, tendrán una continuidad en el tiempo que nos permitirá comprender más las intenciones del artista y sus propias respuestas sobre esas dos preguntas que se planteó responder a través de los entrevistados.