Exposición «A priori»
Colectiva
09.09.2022
Galería Acacia
En no pocas ocasiones, he escuchado como peyorativamente, muchos usan esa frase de “el que sabe hace, el que no, enseña”. Nada más alejado de la realidad, y ha venido a ser esta exposición una demostración de lo equivocada que es esa frase. “A priori” viene a mostrar por sobre cualquier duda o circunstancia la calidad y alto nivel artístico que posee el claustro de profesores de la Academia de Artes Plásticas “San Alejandro”. Si partimos del origen etimológico de la palabra que da título a la muestra, ese determinado asunto estaba decidido desde que se propuso organizar la muestra. Por eso, visitar la exposición más allá de reafirmar lo antes señalado, iba más a buscar respuestas sobre ¿qué hay de pedagógico en las prácticas artísticas de estos docentes artistas? Pues como bien pudimos apreciar en la serie de entrevistas sobre la pedagogía en el arte de la Revista Artcrónica, los artistas entrevistados coinciden en que el sentido pedagógico de las prácticas artísticas está dado por la transformación de las realidades para los alumnos y el propio artista.
La selección de obras junto a la museografía empieza a responder desde el acceso a la sala inicial. Un decano de la docencia, Rafael Consuegra, nos recibe con “Dádiva”, como preparándonos para recibir un regalo visual, cargado de múltiples sutilezas y detalles. Dialogando con esta obra, estaba ubicada la pieza “En el bosque de Bethel” de la artista Yamilé Pardo, tal vez jugando con el concepto bíblico de esa ciudad y equiparándolo a la función de la academia, ser un santuario de creación y formación de nuevas generaciones. Una instalación de la maestra Teresa Sánchez, es tal vez la pieza que más me proyectó hacia la escuela. Una inmensa jaba de lienzo, tal vez las ganas de aprender de los alumnos, cargada de esculturas de terracota de variadas formas, como son los contenidos a ser aprendidos y aprehendidos.
Cada uno de los proyectos artísticos personales que se van sucediendo en la sala principal, de artistas como Joaquín Cabrera, Darwin Estacio, Evelyn Aguilar, Sergio Marrero, Leonardo Luis Roque, Edel Bordón, Inés Garrido, Jormay González Monduy, Jorge Luis Rodríguez, Alejandro Dopico, Adrián Curbelo, Anyelmaidelín Calzadilla, Eduardo Hernández, Aluan Arguelles, y la maestra Rocío García, encabezados por el director de la institución Julio César Pérez Moracén, realizan aportes a sus áreas artísticas y por ende al proceso pedagógico que encabezan. Cada uno desde la manifestación que defiende, con un abanico increíble de lo que hoy se muestra un detalle, tienen el potencial para generar dentro de la institución docente-arte novísimas propuestas artístico-pedagógicas y vincular a los jóvenes que abren su mente en las aulas.
Encuentros como este, que no deberían circunscribirse a las galerías comerciales y sí irradiar hacia cada una de las instancias expositivas de la isla, permitirán develar la capacidad movilizadora de determinados proyectos. Ejemplo de ello, es el que lidera Anyelmaidelín con la manifestación de grabado, que ha logrado rescatar el interés de los jóvenes por esta manifestación. Y como ella, cada propuesta de estos artistas docentes pudiera multiplicarse en nuevas experiencias de investigación y práctica para el aprendizaje y la revitalización de espacios como la Academia San Alejandro.
Vuelvo sobre mis pasos en esta exposición una y otra vez, en cada intercambio con los artistas o los organizadores de esta muestra, me convenzo de las posibilidades que estos artistas, influyan en esa necesaria transformación de las subjetividades de esos jóvenes que se vienen formando. A priori me permito asumir que estos son los profesores necesarios, para desde su discurso artístico personal, como herramienta potente, generar nuevos pensamientos críticos y creadores, y facilitar los procesos creativos de las nuevas generaciones.