Exposición «Fahrenheit 451»

Yornel Martínez

08.09.2022

Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam

“Un libro de artista debería ser la obra de un artista consciente de la forma libro, más que un mero libro altamente artístico” (Drucker)

Yornel Martínez parece compartir la misma curiosidad por los libros que Guy Montag. En un presente a veces casi distópico donde el Internet, los mass media y otras fuentes de información vienen a suplir la presencia de los libros, y cada vez menos lee la gente, este artista nos redescubre su visión sobre los libros, la literatura y ese mundo mágico que le rodea. Si bien cierto es que ya pocos artistas contemporáneos no han experimentado esta forma de hacer arte, en esta muestra Yornel nos da una clase sobre este concepto artístico: el libro-arte o libro-objeto, como también le conocen. En la pequeña sala del Lam, una gran mesa nos sirve objetos y esculturas que o parece libros o tienen una referencia directa a él. Todas las piezas, tanto en su presentación física, el material empleado o la presentación en sí, mantienen esa conexión con la idea del concepto de que es un libro, sus contenidos o sus ideas.

Si Montag, renunció a la comodidad de su mundo para dedicarse a memorizar textos de obras emblemáticas universalmente conocidas, Yornel en esta ocasión renuncia al lienzo u otro soporte para presentar su mirada a temas varios, escogiendo esta forma. Argumento el criterio de que es una clase la presente, pues en el proceso de varios años, este artista abarca la amplia gama de posibilidades o clasificaciones que el libro-arte engloba. Piezas como “Lógicas para intervenir un archivo” de 2016, donde se aprecia la técnica del “libro ejemplar único” intenta mantener una estructura formal semejante a algunos de los soportes tradicionales literarios.  

Una muestra del uso del concepto de: “el libro objeto” en el cual la tridimensionalidad se entiende en el todo de la pieza, sin posibilidad de manipular u ojear como se entiende un libro común, es apreciada en piezas como “Remitente/Destinatario” (2018), “Punto de fuga” (2015), “La biblioteca de Babel” (2018) entre otras. Resulta además muy interesante cómo el artista condiciona al visitante al usar “el libro-montaje” en piezas como “Poema para ser leído de perfil” (2016), “Caligramas” (2013) y “Booktterfly” (2019) donde cada obra en su propia concepción y confección rompe los conceptos del formato tradicional. Hay un cercamiento además al concepto de “libro reciclado” donde con el empleo de otros elementos como hojas (bolsas de té, fichas técnicas del propio autor, paños utilizados para limpiar los pinceles) el artista es capaz de crear el formato de un libro, ejemplo de ellos son “Monográfico” (2014), “Atlas” (2014), “El libro del té” (2016) entre otros.

Explota este artista, ese vínculo que surge entre el público y los libros a pesar de las condicionantes de esta nueva realidad antes mencionadas. La narratividad que per sé ya tiene un libro desde su encuadernación hasta la sensación de hojearlo, -algo que se extraña en esta exposición donde al parecer no se concibió la interacción del público con las obras, o al menos visiblemente no se ubicaron los tradicionales guantes para ello-. Hay, en mi opinión, dos grandes líneas que guían esta muestra. La primera es hacer un recorrido histórico por los procesos creativos de Yornel a través de los libro-arte, pues las piezas abarcan un amplio abanico de años creativos. La segunda, la resignificación a través de estos soportes a los temas de los cuales cada libro discursa por parte del artista. Como siempre, la obra de Yornel viene a problematizar y cuestionar esos paradigmas tradicionales de como concebimos los sujetos a los objetos, en este caso al objeto artístico, dejándonos de esta clase una tarea ardua para la casa.