Exposición «Espantado de todo»
Pedro Pablo Oliva
21.12.2018
Galería Casa 8
(Este texto refleja la génesis del quehacer de Thecubanartobserver)
Mi primer acercamiento a la apreciación al arte cubano, ocurrió por los años 2001-2002, en visita dirigida al Museo Nacional De Bellas Artes, en específico a su Edificio de Arte Cubano. El recuerdo vivido de esa experiencia se une inequívocamente a una pieza enorme exhibida por esos días: “El gran apagón“. Para un adolescente que por primera vez se enfrentaba al mundo de las artes plásticas, esta obra fue sumamente compleja, pero magnífica. Hoy, casi 17 años después, la vida me da la oportunidad de estar delante de su autor, Pedro Pablo Oliva, ya a sus 70 años.
Desde que comenzó el proceso de preparación de esta exposición supe que obligatoriamente debía compartir con él ese recuerdo. A pesar del agitado momento donde todos los presentes -casi 200 personas luchaban por tener un recuerdo del momento, saludar al maestro, al profesor, al amigo-, logré estar en su presencia. Tal vez por los años o la realidad vivida, a través de sus espejuelos, me miró como mira un maestro a un alumno que quiere confesar una maldad; se río y ciertamente confesó que la obra era abrumadora para un joven de esa edad.
Me confió que había disfrutado de la exposición y felicitó el trabajo de curaduría de las especialistas Johanna Luque Novoa y Yeni Osuna Morales. Curioso preguntó por los fantasmas (sus fantasmas, esos que según sus propias palabras una vez al año los deja pastar en algún sitio) que al empezar la inauguración se movían por todo el salón y que al pasar de los minutos ya no quedaban ninguno. Solo atiné a responderle: los amigos han venido a aliviarle la carga y se los han llevado con ellos…
No faltó quien quiso llevar un autógrafo de recuerdo, una foto del momento, un apretón de su mano. Con la sencillez de hombre de su tiempo a todos atendió. Un ejemplo de vida para las nuevas generaciones de artistas, no perder el contacto con la realidad.
Preocupado con los supuestos aires de tormenta, escuchó mis palabras de respaldo a su obra y a la institución que él representa, una vez más estrechó mi mano y me agradeció en mi figura, al Fondo Cubano De Bienes Culturales y al Ministerio de Cultura de Cuba.
El año 2018 cierra para nuestras galerías de arte por todo lo alto. Maestros como Pedro Pablo Oliva, Roberto Fabelo, Zaida del Río, Pedro de Oraa, Carlos Quintana, el evento Post-It y otros tantos han logrado que al pueblo se les lleve lo mejor de lo mejor. Que se privilegie la presencia de estos artistas en los espacios institucionales y a través de todas las vías posibles se divulgue, promueva y generalice la vitalidad del arte cubano, que hoy más que nunca brilla.