18.09.2020

Galería Amalia Simoni (Camagüey)

Para un artista se cumplen 50 años de vida artística una sola vez, tal vez por eso siempre se celebra de una forma que responda a esa trayectoria, pero a la vez rompa con esquemas. Hoy, la Galería Amalia del FCBC de la central provincia de Camagüey, abrió sus puertas y ventanas, como invitando a todo aquel que se acercara a celebrar los 50 años de Joel Jover Llenderroso, artista e intelectual de talla reconocida. Una forma de romper esquemas, es presentar solo obras de realización en este año – dando fe de una creatividad viva y palpitante-, ahuyentando cualquier presagio de desgaste o fatiga artística en este “joven soñador”.

Jover, arremete con una carga de ingeniosidad, y nos interroga qué arte escoger, ¿aquel que el mercado nos impone como una obra de arte de elevadísimo valor monetario? O volver a aquellas sencillas preguntas de ¿Qué pieza puede colgar detrás del sofá de la habitación? ¿Qué cuadro combina mejor con el resto de los elementos presentes? El artista, con esta idea genial, nos hace cuestionarnos la situación actual de las artes plásticas, cuando tradicionalmente el “gran” arte fue empleado con un valor meramente ornamental por el hombre. Sin negar que el arte evoluciona y se atempera a los nuevos tiempos.

En esta exposición, el artista “regresa a la semilla”, señalando como necesario rescatar el impacto de las obras de arte en los necesarios placeres visuales y emocionales y en la educación de los gustos estéticos. Muy a bien, viene esta muestra, amén de la celebración de tan merecido reconocimiento por su incansable labor artística e intelectual, para señalar de una manera sencilla esos elementos que hoy muchos cuestionan. Cito un ejemplo de un artículo recién leído, donde el artista Fod señalaba según su experiencia que muchos coleccionistas: “adquieren en un principio obras para colgar en un sitio determinado, ya sea por ornamentación o para desempeñar otras funciones. Pero a medida que la colección va avanzando no piensan en ella únicamente como elemento decorativo; de hecho, creo que lo último que hacen es pensar dónde van a ubicar la obra”.

Las piezas en sí, rinden culto a la belleza femenina, presencia que responden al decir el curador y crítico Pavel Barrios en las palabras a la muestra: “como pretexto para articular esas compasiones o como continente portador de un estilo personal que juega con los estilos y códigos visuales de diferentes momentos de la Historia del Arte”. Las obras, se disfrutan en la amplitud de las paredes de la sala de la Galería Amalia, cada pieza la hacen dialogar con un mueble (sofá, silla, gavetero) en ese guiño cómplice del artista.

Felicitaciones Joel Jover, ¡por la exposición y gracias por 50 años de arte! Este es del tipo de arte que hace poner el sofá delante de las piezas y sentarse a disfrutarlas.