10.08.2020
Galería ArteContinua
El poeta Wallace Stevens dijo: “no siempre es fácil notar la diferencia entre pensar y mirar por la ventana”; y ciertamente es así o acaso quien no se ha descubierto a sí mismo oteando el horizonte con la mirada perdida a través de una ventana y los pensamientos fluyendo sin sentido o la necesidad imperiosa de mirar hacia fuera cuando el cúmulo de pensamientos es tanto que necesitamos “desconectarnos”.
Estar delante de una ventana libera de las presiones inmediatas y las preocupaciones… Nuestra mente agradece vagar con libertad y siempre nos recompensa con ideas que nos sorprenden. Recurrente es en esta ocasión “las ventanas” como let motiv en la obra de Osvaldo González Aguiar. Cada dibujo que propone está iluminado por una luz impresionante que se abre paso a través de cristales, persianas, barrotes, cortinas, que enmarcan las ventanas de habitaciones, pasillos, salas, lugares varios, todos forman parte de ese palacio mental que el artista ha diseñado para ubicar cada recuerdo y reproducirlos ahora con un exquisito nivel de detalle.
Como nos viene mostrando en sus últimas exposiciones, Osvaldo se apropia del color ámbar traslúcido que cientos de rollos de cinta adhesiva y plexiglás aportan y conforma esas imágenes fascinantes al reflejar la luz. Cada ventana cuenta una historia, una ensoñación, una distracción mental como en aquella “Mirando al Cielo”. Son aquellos parajes donde la mirada reposa, en estos tiempos donde las redes sociales y los teléfonos inteligentes son esas “ventanas” a un mundo conocido o no. Osvaldo apuesta por estos espacios físicos para conectarnos al mundo real, donde se interrelaciona la naturaleza con el paisaje urbano de casas.
Hay mucho simbolismo en aquellas que están cerradas, tal es el caso de “El día que te dije adiós” y el artista nos invita a ensoñar que pasa a través de ella o que hay detrás… Nos hace cómplice de las abiertas y los paisajes que se dibujan a lo lejos, logrado en la pieza “Ámbar sueña montañas”. Cada nuevo acercamiento, esta vez en una exposición virtual como propone Arte Continua, a la obra de este joven artista, me permite remarcar ese texto de Andres Isaac Santana cito: “Observando la obra de artistas como Osvaldo González Aguiar, El Pollo (Michel Pérez) comprendo que el arte, el lenguaje del arte y en particular el de la pintura, con todas sus derivaciones y desvíos semióticos, rara vez puede ser entendido tan solo por su estrecha capacidad de significación, si no que, muy por el contrario, ha de tenerse en cuenta su realización o sucesivas realizaciones que le convierten en un complejo dispositivo de comunicación que llega incluso a interrogar la propia noción de arte y sus límites”.