Iris Leyva y los vértices de su Universo.

«Cada uno de nosotros es la reunión de innumerables fragmentos del Universo. Una obra maestra de la naturaleza animada por el soplo del Espíritu.»[1]


Por: Lázaro Gerardo Valdivia Herrero (historiador, crítico y curador de artes visuales).

Iris Leyva Acosta regresa a la escena de las artes visuales cubanas este 2025, acompañada de su anhelada exposición Leyendas Ancestrales, compuesta por 19 obras elaboradas entre 2023 y el presente año. Graduada en 1985 en la Escuela Nacional de Arte (Especialidad en Artes Plásticas) y en 1986 de la Escuela de Instructores de Arte, esta multifacética mujer también ha cultivado la vocación del magisterio, al contribuir a la formación de varias generaciones de artistas a partir de 1993, fecha en la que egresó de la Licenciatura en Educación Plástica en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona.

Desde el 2020 no inauguraba una muestra personal en la isla[2], aunque ello no significó un distanciamiento del proceso creativo ni de su tierra natal. Durante este último lustro se mantuvo preparando, con especial empeño, la serie que desde el pasado 12 de junio y hasta el mes próximo estará disponible en la galería Collage Habana (calle San Rafael # 103, e/ Consulado e Industria), uno de los sitios más activos dentro del sistema de galerías de artes visuales en la capital cubana.

En Leyendas Ancestrales la pintura emerge como protagonista indiscutible, manifestación a la cual la artista ha consagrado numerosos proyectos en Cuba y México, países en los que reside de manera alternada hace más de dos décadas. Sin embargo, llama la atención la inserción de cinco piezas instalativas de sugestivo diseño, trabajadas con materiales convencionales (cristal, madera, arena, metal y soga). Esta no es la primera vez que el recurso de la instalación ocupa sitio, junto a la pintura, en una propuesta curatorial sobre la obra de Iris Leyva. Uno de los propósitos de la artista a lo largo de su carrera ha sido precisamente combinar elementos tridimensionales con obras planimétricas, a partir de la necesidad de ampliar la narrativa visual y experimentar con otros soportes, texturas y formatos. La atmósfera inmersiva generada en estos casos permite distinguir los contrastes y resonancias entre ambas expresiones (pintura e instalación), propiciando, simultáneamente, una dinámica interactiva que involucra mucho más al espectador con el espacio físico.

La obra Universos sostenidos por cuerdas y lunas (instalación), situada al centro de la sala, convida al diálogo reflexivo acerca de la importancia del orden, la seguridad, el equilibrio y la moderación. La efigie de un búho tallado en madera (emblema de sabiduría milenaria), encima de una plataforma rectangular cubierta de arena, puede asumirse como una especie de umbral que da acceso a otro plano astral. A las cuatro puntas del estrado permanecen atadas igual número de cuerdas que se unen en el techo y se acoplan con el centro de gravedad de la figura, delineando la silueta de una pirámide. La simetría es evidente, como también lo es el deseo de enlazar simbólicamente los conocimientos terrenal y cósmico… Queda claro que esta obra no es una simple agregación, sino un elemento cardinal que transforma la experiencia del público al rodear la instalación en busca de respuestas a las interrogantes individuales, que son, en cierta medida, las mismas planteadas por Iris Leyva en su pretensión gnoseológica.     

Leyendas Ancestrales reafirma el interés de la creadora por algunos temas y motivos habituales a lo largo de su trayectoria como dibujante, pintora, grabadora, ceramista y escultora. Desde un conjunto de relatos legendarios de la Antigüedad y el Medioevo, hasta ciertas controversias filosóficas contemporáneas, Iris Leyva proyecta los vértices de su propio Universo metafísico de la mano de seres, figuras y símbolos procedentes de lejanas dimensiones. La piedra filosofal, el demiurgo ontológico que conecta a varias culturas, el carácter esotérico de la geometría y numerología, así como el enlace espiritual a través de portales siderales, aparecen revelados en el mapamundi de quien nos incita a descubrir los secretos insondables de la historia de la humanidad.

El humano contemporáneo y su compleja definición –uno de esos asuntos controversiales a los que hacíamos referencia- es percibido por Iris Leyva como un ser «ininteligible, caótico y lleno de contradicciones»[3]. Para ella, todo está condicionado por los mecanismos de socialización y apropiación que históricamente hemos asumido como válidos, y que imponen en pleno siglo XXI un replanteamiento de sus esencias a fin de concebir nuevas conductas que nos permitan conservar toda forma de vida en el planeta. De ahí que su obra remita constantemente no solo a lo que entendemos como humanos (desde una perspectiva sentipensante), sino también a esas metáforas convertidas en figuras antropomorfas que parecen extraídas de una realidad paralela (ficticia). Su razón de ser, en tanto alegorías, no es otra que favorecer el justo discernimiento sobre nuestros límites y potestades en un mundo finito, mediante la representación de un significado oculto (parábola) de naturaleza moral.

Vida y muerte, la transmutación del alma y el carácter hermético de determinadas civilizaciones y sociedades iniciáticas, afloran en los pasajes proverbiales de Leyendas Ancestrales. Por ello, al acercarse con mirada acuciosa, el espectador podrá notar la presencia altiva de objetos y circunstancias emparentados desde el punto de vista ritual, cosmogónico, cronológico, genealógico y genómico, pistas que interactúan–cual escena mural precolombina- con un pasado, presente y futuro, cuya percepción sensorial difiere de la tradicional manera en que las personas solemos canalizar el fenómeno tiempo.

La sensualidad no podía faltar en la exposición, una de las marcas estilísticas de los retratos femeninos de Iris Leva. En cada desnudo hay una historia sutil, una razón para celebrar la delicadeza física de la mujer, argumento reverenciado en casi todas las épocas de la historia del arte. Obras como Lo que muestra el infinito (óleo sobre lienzo, 200 x 122 cm.) incorporan el ingrediente del erotismo en clave discursiva, estableciendo un paralelismo con las series pictóricas Ballet (2010), Fábulas de amor (2010) y Las parábolas del ser y la conciencia (2010-actualidad),esta última incluida en la muestra homónima exhibida en 2014 en Ciudad de México.

No obstante, en el ejemplo anterior la develación de la anatomía desnuda no debe interpretarse meramente como un fin lascivo en sí mismo, sino como un medio, un móvil que relaciona los sentidos de cada elemento representado en el intento de declarar lo que habita el infinito de la autora. El acto procreativo, condición biológica del género femenino, trae implícitas las nociones de desnudez, fecundidad, abundancia y generación, criterios causales manejados por Iris Leyva para explicar el nacimiento de su Cosmos interior.

Leyendas Ancestrales no solo invita a mirar, sino a detenerse, cuestionar y sentir. Cada obra, en su singularidad, nos recuerda que el arte sigue siendo un espejo, un refugio y, sobre todo, una conversación abierta con el presente. Si la sola compañía de batiscafos y escafandras, relojes, estructuras piramidales, crucifijos, cálices, ninfas y musas, seres alienígenas, cuerpos humanos en perfecto estado de éxtasis somático, palomas, ángeles, viejos veleros, resplandores diamantinos y ojos panópticos (o de la providencia), cumplen el cometido de despertar la curiosidad y poner en duda la lógica del orden terrenal, entonces podremos decir que el viaje habrá valido la pena. Abandonar la sala es volver al mundo con la mirada transformada. En lo adelante, solo nos quedará el recuerdo de lo (aparentemente) onírico y la intención de seguir interpelando la realidad.


[1]Frei Betto: La obra del artista. Una visión holística del Universo. Editorial Caminos, La Habana, 1998, p. 38.

[2] En dicho año fue inaugurada la tercera edición de la exposición personal Los zapaticos de rosa, en el Memorial José Martí (La Habana, Cuba).

[3] Entrevista concedida por Iris Leyva Acosta al autor (inédita). Fecha: 9 de julio de 2021.

Deja un comentario

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑