De Allá: Exposición Ronda Infinita, Roberto Fabelo

De Allá: Exposición Ronda Infinita

Roberto Fabelo

08.11.2024

Fondation Clément (Martinica)

«Ronda Infinita», la más reciente exposición del Premio Nacional de Artes Plásticas Roberto Fabelo en la Fondation Clément (Martinica), no solo reafirma el talento de este artista como narrador visual y crítico social. Esta curaduría explota el poder de su obra como espacio de resistencia y cuestionamiento dentro del discurso contemporáneo del arte cubano, especialmente desde las perspectivas descolonizadoras que reconfiguran la mirada sobre el arte y su relación con el poder, la identidad y la cultura. En la obra de Fabelo se hace evidente una aproximación crítica hacia las estructuras de representación dominantes, explorando lo grotesco, lo absurdo y lo íntimo como herramientas para deconstruir y reconstruir narrativas históricas y sociopolíticas.

Esta selección de piezas recientes del artista, junto a otras ya conocidas, desafía las fronteras establecidas entre el centro y la periferia, entre lo «culto» y lo «popular», y entre lo «universal» y lo «local». Las imágenes de figuras humanas montadas en gallos colosales, como quijotes tropicales, rompen con los cánones europeos de la monumentalidad clásica para dar paso a una nueva estética de lo sublime tropical. Esta estética se construye sobre la base de lo grotesco y lo absurdo, desafiando la noción tradicional de lo bello y lo racional, tan prevalente en la historia del arte occidental. Al presentar estas figuras en un entorno desmesurado y surrealista, Fabelo reflexiona —y nos hace reflexionar— sobre el poder de las narrativas locales y populares, resignificándolas como experiencias universales y válidas por sí mismas, al margen de los parámetros de valoración de los centros culturales hegemónicos.

La obra de Fabelo se convierte en un acto de «descolonización de la mirada», al articular un lenguaje visual que subvierte los símbolos de poder y riqueza. Las imágenes de cuerpos obesos y grotescos, cargadas de una ironía brutal, dialogan con el concepto de «exceso» en la cultura contemporánea, pero también evocan una crítica hacia los excesos de un capitalismo global que ha convertido el consumo en una identidad. Estas figuras deformes y vulgares, lejos de representar la otredad subalterna, se empoderan en su propia monstruosidad, exponiendo las contradicciones del «ser moderno» y cuestionando las construcciones de idealidad y éxito promulgadas por los discursos globalizados.

Por otra parte, Delicatessen -instalación de un cráneo animal coronado con tenedores- subraya la tensión entre la domesticidad y la violencia latente en el consumo, el poder y la dominación. La pieza se convierte en una suerte de «memento mori» contemporáneo, un recordatorio de los restos y residuos que dejan las estructuras de poder y la sobreexplotación. Esta obra puede interpretarse, en términos de la teoría de “darle la vuelta al mapa”, como una crítica a la relación entre los países centrales y periféricos, donde los recursos naturales y humanos de los «territorios otros» han sido sistemáticamente devorados por la lógica extractivista del capitalismo. En este sentido, Fabelo no solo denuncia, sino que invita a reflexionar sobre las huellas indelebles del colonialismo en las prácticas de consumo contemporáneo, exponiendo la continuidad de esas dinámicas coloniales bajo nuevas formas de opresión.

En la pieza de los rinocerontes, Fabelo despliega una fila de animales monumentales, dotados de una presencia imponente que combina dureza y vulnerabilidad. Uno de los rinocerontes lleva un lazo rojo, cuyo color vibrante contrasta de forma irónica con la solidez de su anatomía, sugiriendo una contradicción entre lo salvaje y lo ornamental, entre lo indomable y lo apropiado. Este toque decorativo, aparentemente trivial, introduce un componente absurdo que resalta la paradoja de la domesticación simbólica de lo natural. Los rinocerontes, símbolos de fortaleza y resistencia, avanzan en una procesión lenta, como si encarnaran una narrativa de supervivencia y resistencia ante la amenaza de la extinción y la explotación. Con esta obra, Fabelo cuestiona no solo la relación de explotación que el ser humano mantiene con la naturaleza, sino también la manera en que estetizamos y cosificamos a otros seres vivos, imponiéndoles un valor simbólico que obedece a nuestras lógicas extractivistas y de consumo.

Asimismo, la repetición de ollas y sartenes con obras como La Torre, Desbordamientos, Levitación, Complacencias entre otras, apiladas como monumentos de lo cotidiano, señala el absurdo de una cultura de lo desechable y de la acumulación sin sentido. Fabelo transforma estos utensilios en símbolos de una narrativa poscolonial, donde los objetos asociados a la cotidianidad y la cultura popular se elevan al estatus de iconos. Esta elevación de lo doméstico y «común» a un espacio de dignidad artística rompe con las jerarquías tradicionales del arte y plantea una recuperación del valor simbólico de los objetos asociados a la cultura material de lo subalterno. Aquí, Fabelo articula una poética que, lejos de limitarse a la crítica social, devuelve la agencia a lo cotidiano, revalorizando las experiencias comunes como fundamentales para una narrativa de resistencia y deconstrucción frente a las imposiciones de un sistema globalizado que tiende a homogeneizar las identidades.

La obra «Sobrevivientes» representación de cucarachas de gran escala con rasgos humanoides que invaden el espacio de exhibición apunta, asimismo, a una visión desestabilizadora de las jerarquías en la biopolítica. Estas criaturas, generalmente vistas como «plagas» en un contexto urbano, se convierten en símbolos de resistencia que desafían la supremacía humana sobre otras formas de vida, cuestionando el antropocentrismo y proponiendo una relectura de la coexistencia en términos de equidad y mutualidad. Esta reconfiguración simbólica de los insectos permite una crítica a las jerarquías impuestas por los discursos coloniales, que históricamente han situado al «otro» —ya sea humano o no humano— como inferior y explotable.

«Ronda Infinita» se sitúa, en última instancia, como una exposición que dialoga no solo con el arte contemporáneo cubano, sino también con los discursos globales que buscan desmantelar las estructuras coloniales en el ámbito artístico. Fabelo utiliza la ironía y el absurdo no solo para criticar, sino para construir un nuevo imaginario donde las narrativas marginadas y «otras» encuentran un espacio legítimo de representación. En su obra, lo grotesco, lo doméstico y lo marginal adquieren un protagonismo que subvierte las lógicas de poder tradicionales y restituye el valor simbólico de lo local como un componente esencial de la historia universal del arte.

Así, la Fondation Clément se convierte, en colaboración con Fabelo, en un territorio de resistencia y reflexión, un espacio de deconstrucción donde los discursos dominantes son puestos en jaque por una estética poscolonial que invita a la desobediencia visual y discursiva. Con «Ronda Infinita», Fabelo no solo exhibe su maestría artística, sino que también lanza una provocación: cuestionar las narrativas hegemónicas y abrirse a una estética donde lo periférico, lo grotesco y lo absurdo son también sinónimos de lo sublime.

Deja un comentario

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑