Exposición «La fatiga aumenta», Harold Ramírez

Exposición «La fatiga aumenta»
Harold Ramírez
23.05.2024
Galería La Nave

Llevo un tiempo siguiendo el universo artístico de Harold Ramírez, incluso he visto en primera persona su proceso creativo en el ISA, y me atrevo a decir que en él las fronteras entre lo geométrico y lo orgánico, lo arbitrario y lo estructurado, no solo se cruzan sino que parecen fundirse en un diálogo que es tanto visual como conceptual. Esta serie «La fatiga aumenta», ya vista en entregas anteriores en parte, viene a ser una exploración exhaustiva y meticulosa sobre esa capacidad del arte para capturar y ampliar los procesos cognitivos y perceptivos de aquellos que se enfrentan a estas piezas.

Esta obra se compone de múltiples piezas de tinta china sobre cartulina, cada una con dimensiones que varían, creando un mosaico de imágenes que, a primera vista, podrían parecer meramente decorativas. Sin embargo, Harold nos pide mirar más allá de la superficie para encontrar un significado más profundo en los patrones aparentemente repetitivos y los flujos que saturan cada composición.

El joven artista, recién graduado del ISA, emplea un método que él mismo describe como «una acumulación de ejercicios de naturaleza arbitraria», pero hay una intencionalidad clara en esta arbitrariedad. Cada pieza parece estar cargada de un automatismo controlado que lleva a perderse en sus detalles, provocando una experiencia casi meditativa. Este enfoque recuerda a los trabajos de artistas como Sol LeWitt, en los que la repetición y la variación son fundamentales para el impacto estético y emocional de la obra.

En «La fatiga aumenta», Ramírez explora la expansión de los signos dentro de un punto que es tanto múltiple como cambiante. La disposición de los dibujos en la galería crea un ritmo visual que parece invadir el espacio, sugiriendo que la obra no está contenida solo dentro de sus propios límites, sino que interactúa con el entorno de manera casi orgánica. La relación entre los dibujos y el espacio que ocupan refleja una dinámica interesante sobre cómo el arte puede alterar y definir la percepción del espacio.

Además, Harold aborda la idea de la atmósfera indeterminada. No hay una narrativa única o un significado prescrito en estas obras; más bien, ofrecen un espacio para que la imaginación del espectador vagabundee y construya sus propias interpretaciones. La indeterminación aquí no es una falta sino una invitación abierta a explorar la incertidumbre y la posibilidad.

La técnica de este artista, que utiliza la tinta china sobre cartulina, también juega un papel crucial en cómo se percibe la obra. La tinta china, con su capacidad para producir tonos profundos y saturados, así como sutiles gradaciones, complementa perfectamente la temática de fluidez y transformación que el artista busca explorar. La elección del material no es trivial; refuerza el concepto de la obra y añade una capa adicional de profundidad a la interpretación.

Con «La fatiga aumenta», Harold Ramírez no solo nos ofrece una serie de imágenes que son un recordatorio poderoso de que el arte no solo existe para ser visto, sino para ser experimentado, para interactuar con él y para permitir que transforme nuestra comprensión del espacio y del propio medio. En esta exposición, clímax en su proceso creativo, él manipula los elementos visuales para provocar una respuesta emocional e intelectual profunda en su audiencia, y esta no es precisamente una fatiga.