Exposición “Materia gris”
Yunior La Rosa
15.03.2024
Galería La Nave
Francisco de la Cal: Santos y buenos días Thecubanartobserver, aquí Francisco de la Cal. Supongo que mi nombre te suena, ¿verdad? Después de todo, llevas un buen rato echándole ojo al arte cubano.
Thecubanartobserver: Por supuesto, “Francisco de la Cal, el paisano ciego nacido en Matanzas alrededor de 1928, un personaje emblemático de patriotismo y crítica”. Pocos no saben que eres parte esencial de una de las propuestas más fascinantes y postmodernas del arte cubano reciente. La colaboración entre Fernando Rodríguez Falcón y tú, su alter ego ficticio, ha marcado un hito desde los años 90.



Francisco de la Cal: Pues ya que estamos en confianza, te palabreo que me dijo un pajarillo de que estás armando algo sobre el guateque «Materia Gris» de Yunior La Rosa. Pues mira, sin andarme por las ramas, lo que está haciendo Yunior es como si se hubiera metido al corral de Fernando y le hubiera robado los pollitos. Lo de Fernando desde el 2010 es semilla buena, y lo que este presenta ahora, más me parece que le ha copiado la tarea sin disimulo. ¡Y eso que para ver las copias no necesito vista y ¡aquí el único ciego soy yo!, sino sentir con el corazón lo que es justo y lo que no! Es claro como el agua de manantial, Yunior está jugando a ser sombra donde Fernando ya plantó árboles.

Thecubanartobserver: Vaya, Francisco, me sorprende un poco tu reacción. Reconozco plenamente el impacto revolucionario y la profundidad de la obra de Fernando Rodríguez. Su trabajo ha sido, sin duda, pionero en el uso de la pulpa de papel para explorar temáticas de memoria colectiva, política y social de una manera completamente novedosa.
Sin embargo, creo que es crucial también reconocer y dar espacio a las nuevas generaciones que están haciendo su propio camino en el arte contemporáneo cubano. Yunior La Rosa, con una trayectoria ya notable como artista de la Galería La Nave y graduado de la Academia San Alejandro, ha demostrado a través de sus numerosas exposiciones, tanto colectivas como personales, y reconocimientos como el segundo premio en el concurso «Mala Yerba», una capacidad única de dialogar con el espacio y los materiales.




El propio Nelson Herrera Ysla destacó cómo en «Materia Gris», Yunior “traduce lo textual e impreso en objetos de una densidad y peso inusitados, empleando la artesanía para lograr una tridimensionalidad que recuerda a elementos arquitectónicos y mosaicos, todo ello con una elegante dosis de ironía y sarcasmo.»
Aunque su proceso creativo o propuestas finales puedan parecer ser muy semejantes -no lo niego- en algunos casos a las de Fernando, hay una innovación y un diálogo con el material que merece ser destacado. Es más, este diálogo entre generaciones de artistas —la revolución instigada por Fernando y la continuación de esta conversación por artistas como Yunior— es lo que mantiene vivo el arte contemporáneo cubano.






De la Cal: Mira, te lo pongo fácil. Desde el 2010, Fernando se ha dado a la tarea de machacar papeles que pesan lo suyo: desde documentos llenos de ciencia, cultura, y política, hasta uniformes de soldado, revistas de arte cubano de todos los tiempos, papeles viejos de oficinas del gobierno, periódicos que hablan de la zafra, billetes del país, y hasta una copia de la constitución del 76, todo para darle una vuelta de tuerca a eso que llamamos arte. ¿Y Yunior La Rosa? ¿Está en lo mismo? Fernando no se limita a cambiar el papel de forma; él cambia cómo lo vemos todo. Toma por caso su obra “Sin título” de 2023, hecha con el Atlas Nacional de Cuba. ¿Tú crees que Yunior puede tocar así, fino, lo quebradizo de nuestra identidad y nuestra cultura?

Thecubanartobserver: Francisco, entiendo tu preocupación y es completamente válida. La obra de Fernando es profundamente significativa, especialmente en su capacidad para desmontar y reinterpretar nuestra historia y sociedad a través de la pulpa de papel. Este enfoque meticuloso y obsesivo ha llevado a creaciones que no solo son estéticamente llamativas sino cargadas poderosos discursos. Con respecto a Yunior La Rosa, utiliza libros de socio-política para crear la pulpa de sus obras, lo cual sugiere un intento de dialogar con temas de relevancia similar. Aunque su enfoque puede ser diferente, los materiales que elige también están imbuidos de potenciales discursos conceptuales que exploran, a su manera, la complejidad de nuestra realidad cubana.








Mi propósito, al escribir sobre «Materia Gris», es ofrecer una perspectiva equilibrada que no solo reconozca la profundidad y originalidad del trabajo de Fernando, sino que también destaque cómo Yunior, influenciado por esta herencia, podría estar buscando su propio camino para abordar la fragilidad de nuestra identidad y cultura. No se trata de comparar directamente o de medir quién aborda estos temas con más maestría, sino de entender cómo cada artista, a su manera, contribuye a la continua conversación sobre nuestra sociedad y su representación en el arte.
De la Cal: «Equilibrada», esa palabra me suena raro aquí. ¿Cómo va a ser equilibrado si Yunior anda por surcos que ya otros araron, mientras Fernando está tumbando la cerca? Desde aquel «Work in Paper» de 2014 en la Galería Servando, hasta la tremenda obra de «El muro de los lamentos» entre 2015 y 2019, que se alza como palma de 3 x 5 metros, Fernando ha estado echándole el corazón a este asunto. No es solo la maña con que lo hace, sino que está hablando duro y claro sobre lo que vivimos. Eso es lo que yo quiero ver que se aplaude.

Thecubanartobserver: Entiendo tu punto, y es crucial reconocer la innovación y profundidad en el trabajo de Fernando. Con Yunior, su exposición «Materia Gris» intenta, ya desde su título como él mismo señala, abordar temas de polisemia, liberalidad, y el papel del conocimiento como forma de poder —y cómo este último utiliza a su vez el conocimiento—, destacando el valor intrínseco de las teorías y las complejas dialécticas entre teoría y práctica. En mi artículo, procuraré hacer justicia a esta ambición, trazando cómo Yunior, busca explorar estos conceptos desde su propia perspectiva. El desafío y la belleza están en cómo estos diálogos se entrelazan y evolucionan, y el posible aporte al arte cubano contemporáneo.
Francisco de la Cal: Clarito como el agua. No estamos charlando de que dos y dos son cuatro por casualidad. Entiendo por dónde vas, pero déjame que te diga, y con un poquito de guasa, ¿estás diciendo que Yunior, con su «Materia Gris», está inventando el agua tibia, o está chapoteando en el charco que ya Fernando revolvió? ¿Cómo es que hay que mirar lo de Yunior? ¿Como un saludo de lejos, un aire que se parecen, o un eco de lo que ya Fernando desbarató? Da qué pensar, ¿verdad? Que lo que Fernando revolucionó, ahora se ve como que si fuera copia en cosas que quieren pasar por lo último de lo último. ¿No tiene su qué, que Fernando tomó lo que no servía y lo volvió arte, y ahora algunos ni cuentan lo nuevo de ese arte porque parece que lo están copiando? En la 12 Bienal de La Habana, Fernando se la comió recogiendo cuanto papel encontraba, ya fuera de mano en mano de los artistas, de la basura de los lugares, por las calles o en casas de compinches. En estos tiempos que lo digital manda, le asombró la de papel que pilló. Lo metió todo en su mezcladora y sacó piezas marcadas con HB —’Habana Bienal’, ‘Habana Basura’, ‘Habana Bloque’—, y lo transformó ya sea en unas celosías decorativas o un muro de información fosilizada. Eso sí es arte de la A a la Z. Espero que tu escrito no se quede en la orillita y le meta el pecho a lo que de verdad está diciendo Fernando con su obra.





Thecubanartobserver: Francisco, me haces recordar esa frase de Paul Gauguin: «el arte es plagio o revolución». Lo que Fernando ha hecho, recolectando y transformando estos materiales, es una clara manifestación de revolución. Al contemplar la obra de Yunior La Rosa, especialmente con su propuesta «Materia Gris», veo una oportunidad de explorar si se inclina más hacia un lado o hacia otro en este espectro. La intención de mi artículo será, por tanto, abrir un diálogo que no solo ponga en relieve la obra de Yunior, sino que también contemple y respete la riqueza y complejidad del legado de Fernando. El arte, en efecto, es una constante conversación, una interacción dialéctica entre lo que ha sido y lo que será. Me aseguraré en el texto de que esta conversación no solo se mantenga viva, sino que también se profundice y expanda, es mi más firme compromiso.
De la Cal: Así se habla. Es de menester que la gente agarre bien el peso de lo que critican o festejan. No es solo cuestión de papel molido; es la sangre de lo nuestro, de esta sociedad y cultura, que Fernando ha sabido convertir en arte puro. Que no se te vaya eso de la memoria.
Thecubanartobserver: Gracias por la perspectiva, Francisco. Haré todo lo posible para que el artículo refleje la complejidad y profundidad del campo artístico cubano, honrando a los pioneros como Fernando mientras se da espacio a las nuevas generaciones. Esto es lo que enriquece nuestro arte.

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