De allá: Exposición “Apariciones discretas”
Alejandro Co
08.02.2024
Galería Navel, Madrid
«Apariciones discretas», la reciente muestra del joven artista cubano Alejandro Co, se despliega en el espacio madrileño del proyecto Navel no como un eco de su predecesora «A la sombra de un ciprés» (Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, 2022), sino como una profunda reverberación que profundiza en la ceniza como sustancia y símbolo. Aquí, la ceniza no solo evoca la memoria dolorida de los caídos en batalla, sino que también se convierte en la carne de esas estructuras arquitectónicas que, en su lucha contra el olvido, se deshacen bajo el peso ineluctable del tiempo. La muestra actual transciende la mera evocación histórica, tejiendo un tapiz más expansivo sobre la transitoriedad de nuestra propia existencia.



En esta ocasión, Alejandro se erige como un alquimista de lo perecedero, transformando la materialidad de la ceniza en una metáfora de la memoria que se resiste a ser consumida por el fuego del olvido. La exposición, lejos de reposar en la comodidad del recuerdo, asume el desafío de interpelar la permanencia, revelando cómo en el seno de lo que parece inmutable —las estructuras, los monumentos— pulsa una vulnerabilidad tan humana como el latir de un corazón.
La curaduría acompaña la propuesta artística con una sabiduría espacial que dialoga con el silencio y la reflexión, en un marco que rehúye la ostentación para centrarse en la esencia. La austeridad cromática, en su gama de grises y negros, no es azarosa; es el lienzo sobre el cual Co invita a los espectadores a pintar sus propias resonancias emotivas, a sumergirse en la textura de las cenizas que destellan con la promesa de eternidad.





La disposición de las obras, en su variada coreografía de alturas y formatos, rompe con la monotonía expositiva y despierta un diálogo sensorial con el público. Cada pieza, con su singularidad, se convierte en una ventana a relatos diversos, a veces íntimos, otras veces colectivos, pero siempre cargados de la intensidad que caracteriza la búsqueda de Co. La curaduría, lejos de ser un mero acompañamiento, se alza como una partitura que marca el ritmo de la experiencia, orquestando el encuentro entre el arte y el espectador. Pero ciertamente falla la iluminación para lograr un efecto más dramático en consonancia con la línea discursiva. Una penumbra calculada en la galería, para contrastar las sombras y los destellos de luz, fuera el toque definitivo.






«Apariciones discretas» no se contenta con ser una muestra; es una afirmación, un acto de fe en el poder del arte para desafiar la temporalidad. Alejandro Co, en su incesante exploración, nos invita a trascender la inmediatez de lo visual para sumergirnos en una meditación sobre lo que significa recordar y ser recordado. Y así, la obra de Co se convierte en un puente entre la memoria y la inmortalidad, entre el arte y la vida misma.

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