De allá: Exposición “Babel”, Dagoberto Rodríguez

De allá: Exposición “Babel”

Dagoberto Rodríguez

18.01.2024

Galería Hilario Galguera, Madrid

En una época donde los recursos tecnológicos están al alcance de la mano para muchos, donde la creatividad se ha visto multiplicada por diez con el uso de herramientas, y donde el tiempo de creación se ha acortado, la sociedad se plantea un futuro más utópico. Muchos han reconocido como el nuevo fenómeno que es la Inteligencia Artificial -en sus infinitas variantes- es la nueva Babel. Como el famoso pasaje bíblico (Génesis 11;1-9), donde la humanidad se juntaba para construir algo que alcanzara al propio cielo, se ve reflejada en la actualidad la ambición humana sin límites, las posibilidades de la comunicación y el poder desmedido para el bien o para el mal. Esto no escapa de la vista de los profetas de siempre: los artistas.

No debe asombrar entonces, que artistas que a lo largo de su trayectoria creativa hayan echado mano a la tecnología como es el caso de Dagoberto Rodríguez (del ya desaparecido grupo artístico Los Carpinteros), se acerque y plantee sus puntos de vistas sobre el fenómeno. En el texto a la muestra se puede leer: “Al solicitar a la inteligencia artificial imágenes de la Torre de Babel, Rodríguez obtiene resultados sorprendentes: arquitecturas masivas que se asemejan a los zigurats de la antigua Mesopotamia, fusionando la estética histórica con el imaginario futurista de la ciencia ficción”. Partiendo de esta premisa, presupongo que este artista se posiciona en el debate, en el lado de aquellos que interpretan a la IA como una fuente de inspiración válida, y una herramienta útil para los procesos creativos. 

En cada una de las piezas principales de la exposición -lienzos de grandes dimensiones- Dagoberto propone su interpretación de esas imágenes que se han generado a través de algoritmos matemáticos, análisis de miles de imágenes y la propia aportación humana. Ninguna IA produce o genera contenido sino a través de la interacción humana, lo que presupone una carga subjetiva fuerte en el resultado final, punto que señalan los que están en favor. Esa subjetividad está en las escenas propuestas por el artista, con mega arquitecturas de construcciones que se alzan hacia el cielo, a las cuales el artista despoja de toda presencia humana o social, lo que las vuelve intérpretes de un monólogo frío y distante sobre ellas mismas. ¿Es tal vez una visión futurista de la humanidad ya no existente, por sus propios pecados de ambición? ¿Serán los colores escogidos -una gama de vibrantes hasta tonos pastel- una metáfora del declive del hombre en el atardecer de la civilización? Lo cierto es que las respuestas de estas preguntas no pueden ser dadas por la IA, pues solo la sensibilidad humana ante una obra de arte, puede responder a algo tan subjetivo.

A diferencia de lo que siempre se ha visto asociada a la Torre de Babel, la multitud de hombres y luego por intervención divina, las muchas lenguas que se hablaron, en esta aproximación de Dagoberto, solo tienen protagonismo las estructuras construidas, ya sea las cuatro edificaciones tituladas Babel, o las tres acuarelas sobre papel, que representan vistas aéreas de campos de refugiados: La Habana, Zaatari, Daadab. En estas últimas, el elemento del cubo de lego, que conforman las instalaciones de cada uno de los campos de refugiados, se conecta con las tres esculturas de la sala, producidas en acero cortén. Estas últimas, se levantan como monolitos de un lenguaje arquitectónico fácilmente reconocibles por aquellos que alguna vez jugaron con ellos.

Sin lugar a dudas estas piezas hubieran sido el eje de la exposición si pudieran conectarse con los lienzos de Babel. Pues ahora pareciera que hay dos artistas en una misma sala, pues el espectador se queda con un vacío de conexión entre las series. Algo que lamentablemente restringe la completa realización del potencial de esta exposición. ¿Será que nuevamente la intervención divina, esta vez sobre el artista procuró que no alcanzara el cielo, y confundió sus lenguas dejando a Babel inacabada?

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