La subasta Christie’s de Arte Latinoamericano celebrada el 28 de septiembre de 2023 dejó en evidencia dos aspectos destacados: el protagonismo continuo de los artistas cubanos y la relevante presencia femenina en el paisaje artístico seleccionado.
El arte cubano tuvo una representación significativa con un total de 12 obras, una cifra solo superada por Colombia con 16 y México con 18. Tomás Sánchez y Wifredo Lam, entre otros, confirmaron que el arte cubano sigue siendo altamente valorado en el mercado internacional, con obras que superan regularmente las estimaciones.
De un total de ventas de USD 13,200,030, varios lotes destacados pertenecieron a artistas cubanos, y aquí se detallan algunos puntos clave sobre su rendimiento:
Tomás Sánchez, reconocido por sus paisajes surrealistas, Sánchez superó las expectativas en la subasta. Su obra «Sonido de nube» superó el estimado más alto al venderse por USD 327,600. Similarmente, «Basura de colores bajo la tormenta» alcanzó un precio por encima de la estimación media USD 214,200, demostrando el continuo interés por su arte.
Wifredo Lam, como uno de los artistas cubanos más influyentes del siglo XX, no es sorpresa que las obras de Lam sigan siendo altamente valoradas. Una de sus obras sin título superó significativamente la estimación al ser vendida por USD 554,400. Sin embargo, otra obra también sin título quedó en el rango inferior de las estimaciones, demostrando cierta variabilidad en la recepción de sus trabajos.
De Roberto Fabelo, la pieza «Naturaleza y mito» sorprendió al alcanzar un precio muy por encima del estimado máximo USD 239,400, reflejando la relevancia y apreciación de su trabajo en el mercado del arte contemporáneo.
Las obras de Belkis Ayón, particularmente «Sikán» y «Yo te di el poder», reflejan una armoniosa convergencia entre las expectativas de los expertos y la valoración del público. Ambas piezas se vendieron dentro de sus respectivas estimaciones, lo que no solo respalda la calidad y relevancia de su arte, sino que también indica un reconocimiento consistente de su legado en el mercado del arte. La coherencia en los resultados de las ventas de Ayón destaca la estabilidad y confianza que los coleccionistas y amantes del arte sienten hacia su obra, consolidándola como una figura central en el arte contemporáneo cubano.
Por otro lado, las obras de Ana Mendieta, aunque encontraron compradores y se vendieron, no llegaron a alcanzar las estimaciones más elevadas. Este hecho puede interpretarse de diversas maneras. Una de ellas podría ser las inherentes fluctuaciones del mercado del arte, que, en ocasiones, es influenciado por factores externos y tendencias cambiantes que pueden afectar la percepción del valor de una obra en un momento específico. Por otro lado, podría haber existido una evaluación conservadora en la fase previa a la subasta, tal vez basada en ventas anteriores o en la percepción del interés del público. Aunque el rendimiento de las obras de Mendieta en esta subasta no alcanzó las cifras más altas, es innegable su impacto y contribución al mundo del arte, y estas dinámicas no disminuyen su significado o relevancia histórica.
Una obra que merece especial atención en esta subasta de Christie’s es «Primavera YouTube (2018)» del artista Ariel Orozco, artista cubano radicado en México hace casi 20 años. Esta pieza, que combina acuarela y bolígrafo Bic sobre papel Fabriano, mide 142,2 x 141 cm y fue presentada como el lote n° 59. Su precio de remate fue de USD15.000, y con comisión, ascendió a USD 18.900 , manteniéndose dentro de la estimación inicial que oscilaba entre (15.000 $ – 20.000 $). La pieza proviene de la Galería Licenciado en Ciudad de México y posteriormente formó parte de una colección privada en la misma ciudad. Esta venta en Nueva York demuestra la creciente apreciación y el reconocimiento del talento de Orozco en el panorama artístico internacional. Su capacidad para fusionar técnicas tradicionales con temas contemporáneos ha establecido a Orozco como una figura a seguir en el arte latinoamericano.
En la reciente subasta, la recepción de las obras de Carlos Garaicoa y Yoan Capote parecía diferir de la acogida positiva que habían experimentado en eventos anteriores. Antes, sus obras solían ser objeto de amplia atención y expectación; sin embargo, esta vez, piezas como «Aerostática» de Garaicoa y «Libido II (Trilogía sucia de La Habana)» de Capote no encontraron comprador. Este cambio en la dinámica puede tener múltiples explicaciones.
Una posibilidad es que las estimaciones propuestas inicialmente para estas obras no se alinearan con la percepción actual del mercado. En ocasiones, las expectativas previas pueden ser demasiado optimistas o simplemente no reflejar el actual sentimiento del público o coleccionistas. Por otro lado, el mundo del arte es conocido por sus fluctuaciones y tendencias cambiantes. Lo que un día está en la cúspide de la demanda, al siguiente puede no generar el mismo interés, y viceversa.
También es posible que factores externos, como la situación económica, políticas culturales o simplemente el contexto global, hayan influido en la decisión de potenciales compradores. Otra consideración es que el arte es intrínsecamente subjetivo, y mientras algunas obras resuenan en ciertos momentos, otras pueden tardar más en ser completamente apreciadas.
A pesar de estos resultados, es esencial recordar que la no venta en una subasta no disminuye el valor intrínseco o la importancia de una obra o artista. Las trayectorias de Carlos Garaicoa y Yoan Capote, reconocidos por su visión y contribución al arte contemporáneo, seguramente tendrán muchos más momentos de reconocimiento y apreciación en el futuro.
A lo largo de los últimos años, hemos observado una tendencia constante con las obras de Agustín Fernández que han sido presentadas en el mercado: se mantienen firmemente dentro de las estimaciones previas a la subasta. Su pieza «S/T» no ha sido la excepción, ya que una vez más, se vendió dentro del rango estimado. Este comportamiento no es fortuito; es el resultado de la profunda apreciación y respeto que tiene el mercado del arte por la calidad y relevancia de su trabajo. Esta estabilidad en la percepción de su valor artístico es testimonio de cómo su arte ha trascendido el tiempo, manteniendo su influencia y relevancia en el panorama artístico latinoamericano. Las piezas de Fernández no solo son apreciadas por su técnica y visión, sino también por su capacidad para capturar y reflejar aspectos esenciales de la identidad y cultura de la región. En consecuencia, cada vez que una obra de Agustín Fernández aparece en el mercado, podemos anticipar un reconocimiento sostenido y continuo de su legado y de su indudable contribución al arte latinoamericano.
En general, la participación de artistas cubanos en la subasta reflejó un mercado saludable con un apetito continuo por el arte cubano, principalmente por las figuras consolidadas. Las ventas superiores a las estimaciones demuestran el potencial y el interés en el arte cubano, mientras que las obras no vendidas sirven como recordatorio de la naturaleza impredecible del mercado del arte. Es evidente que Cuba sigue siendo un epicentro de talento y creatividad en el ámbito del arte latinoamericano.
Es notable el incremento en la participación de mujeres artistas en este tipo de eventos. De los 32 artistas seleccionados para esta subasta, varias eran mujeres (15%), y destacan figuras tanto internacionales como Olga de Amaral, Olga Albizu y Alice Rahon, como nacionales con Belkis Ayón y Ana Mendieta. Su inclusión refleja no solo un reconocimiento a su talento individual, sino también un cambio cultural más amplio en la valoración del arte realizado por mujeres. Esta tendencia es esperanzadora y señala un paso hacia una representación más equitativa en el mundo del arte.
Distribución por Países: Si observamos la distribución de obras y artistas por país, encontramos una amplia representación de América Latina:
- Colombia (16) lidera junto a México (18) en cuanto a cantidad, reflejando quizás la creciente influencia y reconocimiento del arte colombiano y mexicano en el escenario internacional.
- Cuba (12) sigue siendo un referente del arte caribeño y latinoamericano, manteniendo un fuerte impacto en las subastas.
- Venezuela (6), Chile (3), Brasil (2) y Uruguay (2) muestran una participación variada, evidenciando la riqueza y diversidad artística de la región.
- Países como Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Puerto Rico presentaron una representación más modesta con una obra cada uno, pero su inclusión es fundamental para una comprensión integral del arte latinoamericano.
Resumiendo, la subasta Christie’s ha mostrado una interesante dinámica en el mercado del arte latinoamericano, donde la presencia femenina y la diversidad geográfica reflejan un cambio positivo en la valoración y representación artística. La fuerte presencia de artistas cubanos y mujeres artistas sugiere un panorama artístico latinoamericano cada vez más inclusivo e internacionalmente reconocido.
Datos para el texto tomados del sitio https://www.christies.com/en/auction/latin-american-art-30070/browse-lots
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