Exposición Yo cargo con mi corazón
17.12.2021
Galería de Arte «Collage Habana»
Ayer me refería a cómo una exposición podía ser en sí misma una investigación del propio artista sobre su obra más allá del trabajo de curadores o especialistas. Hoy, en cambio, veo la muestra que se presenta en la galería Collage Habana y me atrevo a afirmar que es una presentación cuidada en lo formal, usando como únicos argumentos curatoriales dos de las facetas del artista -dibujante y grabador-, no hay conclusiones ni tesis a demostrar. Hay eso sí, un trabajo serio por parte de la curadora de la muestra, que supo barajar las posibilidades de tener la presencia de obras recientes de la prolífera producción a la que nos tiene acostumbrado Nelson. Reconociendo a su vez y preponderando sobre otras aquellas que pudieran resultar de mayor atractivo y que ampliaran a su vez las perspectivas, y me refiero a esas donde por vez primera el artista emplea como soporte el papel manufacturado, dando una tridimensionalidad a los dibujos.
Creo que estos aciertos contribuyen a esa función de la galería comercial, que es sin lugar a dudas -mercado aparte- dar a conocer la obra última de los artistas de su nómina, manteniendo el “gancho” a visitantes y clientes al convirtiéndolos en cómplices de la contemporaneidad que vive el propio artista. Otros de los aspectos positivos que se descubren al recorrer ambas plantas de la galería, es ese equilibrio entre dibujos y grabados, que coexisten en un período de tiempo de la obra de este consagrado.
Reunir estas obras en un único momento, permite a críticos, especialistas, estudiantes y público en general, valorar en conjunto la fuerza expresiva del trabajo de Nelson. Además de aumentar -por lo menos en mi caso- los conocimientos previos sobre el artista y las circunstancias que lo rodean a la hora de plantearse una idea para sus creaciones. Es entonces cuando nos encontramos con temas recurrentes en las series anteriores, que casi se convierten en regla a lo largo de años de creación artística.
Soy testigo de la complejidad que trae trabajar con un volumen de obras tan grande como es el caso, donde criterios personales o egos priman por sobre la espacialidad para la ubicación de las obras. En este caso la muestra sortea adecuadamente este elemento. El montaje, así como la ubicación de cada objeto artístico es en mi modesta opinión, acertado, con una iluminación que juega con el sentimiento intimista de la exposición.
Y es que «Yo cargo con mi corazón» va de eso; va de mostrar las facetas de dibujante y de grabador de este artista merecedor del Premio Nacional de Artes Plásticas, de como la “fama no se sube a la cabeza”, pues con la naturalidad de siempre comparte con estudiantes y eruditos sin distinción. Va de lo objetivo que es una obra terminada, con técnicas nuevas o tradicionales, con temas recorridos o descubiertos, a lo subjetivo que es el sentimiento que pone en cada pieza.
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