Exposición “Línea de Kármán”
Colectiva (@La Refriega)
01.08.2021
Galería Virtual en Telegram
Conocer las nuevas generaciones de artistas, sus inquietudes, sus criterios, sus maneras de hacer siempre es satisfactorio. En este caso particular, a algunos ya se les sigue la pista, porque van con su trabajo conquistando espacios físicos y virtuales. Otros por primera vez me permito acércame a su trabajo y encontrar ahí elementos interesantes que pudieran en poco tiempo dar mucho de que hablar. Como en las grandes ligas, momentos como este son los que van sirviendo para aquellos curadores y críticos de ojos entrenados, para reconocer proyectos y estilos que perfilados generen producciones excelentes en las salas expositivas. Otros, los halcones del mercado, irán identificando cuales funcionan o no con las exigencias de este.
Más de una docena de artistas estudiantes del ISA -catorce para ser exacto- se alinean a las nuevas tecnologías de las comunicaciones, aliadas en tiempo de Covid, y organizan desde una plataforma inusual para las artes visuales como es Telegram, echan mano a Bots y otros recursos para conformar una plataforma de lanzamiento de sus experiencias y discursos estéticos propios. Lo interesante es que metafóricamente esta plataforma los lanza hacia la “línea de Karman”. ¿Es que acaso estos jóvenes intentan tomar el cielo de las artes visuales por asalto y reclamar un lugar entre tantas estrellas? ¿Acaso comprenden que ahí en la línea de Karman surge la Aurora Boreal y se dice que es el límite para llegar al espacio? ¿Entonces, que buscan: explorar o ser vistos? Todas estás preguntas, me van siendo respondidas a lo largo de los buenos e interesantes debates, que en los ya 23 días de inaugurada la exposición, se han dado en el grupo de Comentarios paralelo a la muestra.
Es interesante encontrar más allá de las descripciones formales de las piezas, los elementos vivenciales y criterios estéticos que conviven con las obras y los propios artistas. En pocas ocasiones durante las muestras físicas se logra obtener esta cosmovisión de la exposición y de los artistas en ella presentes. Casi esta larga lista de diálogos -a veces acalorados por la defensa de criterios y posturas teóricas o no- pudiera decirse que es la obra en colectivo de los artistas, donde además interactúa el público, quien es invitado a debatir y concordar o no con los presupuestos y discursos. Pero una idea prima por encima de todas: la necesidad de que las obras comuniquen, motiven, provoquen, más allá de estar en un espacio físico o virtual.
Ejercicios como estos son necesarios para, más allá de exponer obras, ir visibilizando a las nuevas generaciones artistas, que no nos sorprenda el buen arte que entre las paredes del ISA se gesta, y la capacidad de los artistas de generar proyectos dentro de la institución arte. En tiempos donde el nivel de artistas supera las capacidades de las galerías, comerciales o no, para exponer sus obras; cuando las redes sociales y la socialización de las tecnologías presuponen las plataformas más idóneas para proyectar arte a las masas; cuando los artistas necesitas espacios propios para dialogar y reflexionar sin la presencia de elementos que den ruido a la comunicación, estas acciones ayudan a que por fin se rompa esa barrera imaginaria que presupone la Línea de Karmán y lleguen por fin a los niveles más altos de la creatividad y calidad de obras y discursos estéticos.