10.10.2020
Galería Carmelo González
«¿Es la pintura que es abstracta o es la vida?»
Siempre que uno se acerca a una exposición de arte abstracto, debe recordar que las leyes específicas del arte (en este caso el abstracto) no tienen que ver con la estética de lo bello natural. Por lo cual uno debe despojarse de antemano de cualquier estereotipo o concepto para como buen espectador estar abierto a nuevas sensaciones que al final serán de placer o desagrado ante obras de esta naturaleza artística. Tal y como su título sugiere, la exposición “In Situ” convida a pararse frente a cada pieza, en el lugar ahí, sobre el terreno, para comprender esa dinámica que surge entre un artista abstracto, su obra y el público.
Esta selección de obras, curadas desde la experiencia práctica de Abenamar Bauta, es en principio un homenaje a ese gigante del abstraccionismo cubano que fue el recientemente fallecido Pedro De Oraa Art, Premio Nacional de Artes Plásticas. En un segundo momento, la exposición va pensada para “presentar” la salud de esta manifestación artística y su quehacer a través de un epicentro citadino, la Galería De Art Carmelo González. Entre las piezas seleccionadas podemos encontrar un abanico del abstraccionismo, desde piezas que señalan la abstracción como la simplificación de la forma de los objetos, llegando a sus elementos más mínimos, visibles e identificadores del objeto representado, hasta la representación plástica no objetual, esa expresión del artista por medios de los colores y las formas sin representar un objeto de la realidad. En resumen, estamos frente a una exposición que nos trae de la mano artífices del abstraccionismo lírico y del geométrico.
Asistir a una gran exposición de arte abstracto siempre es un reto, pues siempre llegamos a una galería o una exposición virtual, como es el caso con interrogantes vinculadas a los mensajes de las obras o de los artistas. A veces el poco conocimiento nos traiciona y nos hace buscar un objeto o algo que nos guíe a través de la obra, esfuerzo que casi siempre con las obras abstractas fracasa, por las propias características que esboce anteriormente. Pero algo si detecto en cada pieza, un sentimiento de honestidad en ese gesto de cada artista, que hace que cada trazo se vuelva verosímil y la obra tenga una expresión profunda. En conversaciones con artistas que trabajan esta línea he obtenido algunos consejos para entender estas piezas: ¡observar muchas piezas, solo así se podrá adquirir un gusto por este arte y un nivel de comprensión de las mismas…como si se probarán varios vinos para encontrar el mejor!
Algo asegura esta exposición, la pintura abstracta sigue produciéndose de manera original por nuestros artistas, la creatividad efervescente en estos y en otros artistas que no forman parte de la muestra, garantiza una expresión muy propia y novedosa. De igual manera, estas piezas nos permiten hacer un recorrido por las influencias que han recibido, y como se han formado sus identidades propias.
En resumen, hago mía una frase leída hace ya tiempo del crítico de arte Bob Nickas “la abstracción puede ser su propio tema, su propio mundo, uno que se revela lentamente a través del tiempo y que podría no parecernos exactamente el mismo de un día a otro (…) Si un cuadro figurativo nos ofrece una imagen de cómo es el mundo, entonces, ¿no es competencia de la abstracción proveernos de una imagen de cómo el mundo se siente? Como el mundo es estéticamente está constantemente cambiando, especialmente en estos tiempos acelerados las alteraciones y transformaciones se registran en formas visibles y palpables. Cómo el mundo se siente está también constantemente cambiando, pero de segundo a segundo dentro de nosotros, visceralmente, en formas que no pueden verse, pero que están inmediatamente a nuestro alcance”