Exposición «Viaje a San Isidro»

Roberto Fabelo

16.11.2019

Galeria Taller Gorria

«Nada temas, la vida te sonríe, / sigue en pos de orgías y placeres, / que pues las pobres mesalinas cada vez / raudal de oro vierten a tus pies. / En medio de esa vida de placeres / cual si fueran traídos para ti, / más sinceros que besos de mujeres / son los consejos que te di.» Sindo Garay

La Habana vive sus 500, y los fantasmas que la habitan también celebran. En algunas calles el jolgorio es vibrante, una de ellas es San Isidro, allá por la Habana Vieja. Sus fantasmas son guiados por aquel y más famoso de sus muertos, Alberto Yarini el Gallo de San Isidro. Un personaje que de por sí invita a realizar un viaje a los misterios que lo rodean. Ese viaje a San Isidro lo ha hecho Fabelo, quien con su arte se ha acercado a las zonas inquietantes de este hombre.

En la Galería Taller Gorría en 360 grados se redescubren los misterios de Yarini, pasando desde la virilidad de los hombres guapos de la época -a través de una escultura que cuelga del techo a la que el artista le ha dado la dualidad de interpretar la masculinidad de Yarini como la sangre que siempre y hasta el final de su vida marcó el destino de este gigolo-. Pasando por la religiosidad típica de la época, reflejada en la Virgen de la Caridad del Cobre u Oshún como se sincretiza en el panteón Yoruba, querida desde los más humildes hogares -simbolizados en el caldero tiznado- y que se encargó de regar sobre la cabeza de este joven la miel que hacía que las mujeres pulularan por él.

No falta en la escena Berthe La Fontaine, conocida como La Petite Berthe, rubia, de ojos azules, considerada la muchacha más hermosa de su época y el amor de Yarini, causante de la muerte de este en una balacera por la venganza de un rival. Ella cabalga junto a él sobre ese gallo típico de Fabelo, que encarna el simbolismo de la masculinidad y poderío de este personaje habanero.

En un apasionante viaje a la esencia de San Isidro, de mano de las piezas de Fabelo, se disfruta cada momento del camino. Fabelo homenajea a la Habana, y a su vez rinde tributo al Rey de San Isidro.