Exposición Tecnicolor
26.03.2020
Restaurante Fajoma
May Reguera pone en cada detalle de las composiciones de sus retratos fotográficos una especial atención. En un evidente guiño al Pop art, se destaca el uso de la paleta de colores en sus fotos. Es ya inconfundible, su estilo en el empleo de colores vibrantes y atrevidos. En un dominio de la llamada psicología de los colores, hay una sutileza para nada ingenua en el empleo que les da.
Aisla los personajes, con un efecto revelador de los detalles que en otros fondos o contextos no podríamos ser capaces de captar. El minimalismo es creo el toque que hace que cada imagen vibre por sí. Una iluminación suave y tenue acompaña cada fotografía dándole ese halo que le caracteriza como artista: la caja de luz. Las sombras en algunos casos las emplea para señalarnos algo más allá en el concepto de la composición.
Los fondos en la obra de May, son limpios, no distraen, ponen el foco del espectador solo en esos rostros mágicos, naturales que ella capta a través del lente. En cada exposición de esta artista uno sabe que encontrará el alma pura de los personajes y de ella en cada imagen.
Creo, es hora de que la crítica nacional especializada se enfoque en la ya destacada obra de May. Varias han sido las muestras que a lo largo de estos años la han posicionado más allá de la fotografía de moda o comercial. Su discurso artístico va enrumbando a la descripción de esos mundos interiores de las mujeres, las familias y el ser humano en general.